
«De su madre, la c***** de su madre», cantaron indignados los metaleros en Flores. Así termino el concierto en Pana Rock, Floresta, donde se presentaron Carneross, Traumatismo de Kraneo, Indispossed y Metaluria en consecuencia a la falta de respeto del staff de local para con las bandas y el público. La fecha del show presentación del nuevo ep de Indisposed tuvo varios inconvenientes. El flyer citaba a las huestes metaleras a las 23 hs. El show comenzó dos horas después.
La primer banda en presentarse iba a ser Traumatismo de Kraneo, sin embargo al no llegar a horario Carneross tomó el mando. El brutal punk thrash metal de los chicos de Berazategui con reminiscencias a Slayer paso factura. Entre Mass Violencia (2012) y Religion es Muerte (2016) el show fue corto y demoledor. El público, a pesar de ser contado a simple vista, respondió corriendo y pogueando entre cervezas. El frío golpeó fuerte la noche del sábado. La esquina de Av. Rivadavia y Mariano Echeverria solo alojaba a un pequeño grupo de camperas de cuero. Algunos subieron las escaleras para presenciar la presentación de Traumatismo de Kraneo. Su set duró 15 minutos. Crossover ramonero. Entre pedidos de disculpas presentaron temas de su primer placa Cavando Nuestra Propia Tumba (2016).
Indisposed, banda integramente conformada por mujeres, – algo poco común en la escena nacional – presentó en sociedad Infected Mass (2017). La nueva formación de la banda de chicas da cuenta la madurez. El ingreso de Salo y Laura, bajo y batería respectivamente, proponen una base solida. Los solos de Pely Macchi y Anahí Fernandez funcionan y penetran tímpanos. Sin embargo, a pesar de los machaques asesinos y un doble bombo como arma letal, el énfasis en escena es escaso. La ejecución es justa; la pasión y el disfrute se ve a flor de piel tiene a esfumarse en el aire. La banda esta en ascenso. Los puntos mas altos estuvieron con «Whisky», «Fuckinyuta» y «Wine».
Debido a los retrasos imprevistos Metaluria se vio obligado a tocar menos de lo que había preparado. La banda salió igual a hacer lo que mejor sabe hacer: tocar speed metal. Tan solo cuatro temas – y varios pogos – bastaron para que el staff de Pana Rock amoneste al heavy metal. Al principio parecieron problemas de sonido pero en realidad desde la consola de sonido cortaban la electricidad y así los equipos de Dario Garcia y Parma Vega -guitarristas- se vieron afectados. «Dejanos terminar el tema y nos vamos pero terminamos la fecha bien», contestó Garcia. La canción era «Guerrero» y como tales los músicos continuaron. Acto seguido el telón se cerró abruptamente y Metaluria colgó sus instrumentos.
El público respondió con insultos a los responsables del local y pidiendo por una canción más. Esto último nunca ocurrió. Dos asistentes fueron increpados por el sonidista por haber cantado en fervor contra la acción que desato el descontento popular. El hecho no paso a mayores. Un final amargo que se podía haber evitado con algo tan simple como el respeto. Los organizadores del evento, Hugo Moreno y Juanchö Albarracin, al finalizar el episodio pidieron disculpas por lo sucedido en la vereda frente a la puerta del local. Una fecha con problemas pero que dejo asentado que el heavy metal sigue vivo y que va a vencer por la ferviente nueva escena que sigue lanzando nuevas producciones.
Cronista: Jonatan Dalinger
· Volver



