Con más de 20 años de carrera en su haber, Lörihen es una de las bandas más representativas del Power Metal local. Con la excusa de celebrar los 10 años de “Bajo la Cruz”, uno de sus discos más emblemáticos, los comandados por Emiliano Obregón organizaron una jarana repleta de amigos en el Teatro Vorterix. Viajamos hasta la República de Colegiales para ser parte de tan magnánima fiesta y traerles en palabras lo ocurrido en la noche del Sábado 1 de Julio.

Para aquellos que se acercaron temprano al recinto, los muchachos de Sinónimo musicalizaron las espera. Ellos son una banda de rock pesado proveniente de Buenos Aires y esta fue su primera presentación junto a Lorihen en el Vorterix. Sin mucha espera de por medio salió al escenario Misson, una de las bandas de Julián Barrett. Aprovecharon la velada para despedir su disco debut “Otro Mundo” y dar paso a lo que será su segundo trabajo de estudio, incluso estrenaron material para la alegría de algunos fanáticos. No soy fan del formato de canciones que ejecutan ambas bandas, pero dicho esto, tuvieron un gran sonido y una cálida acogida desde el público.

Pasadas las 21 hs el Teatro se encontraba poblado por gente de todas las edades. Desde niños a gente mayor, todos expectantes por la salida de Lörihen. Me sorprendió gratamente la cantidad de familias que concurrieron a este recital de metal, un panorama poco frecuente en la escena local. La banda salió a la cancha con los riffs de “En la oscuridad” como carta de presentación. Luego de las primeras sonrisas llegaron las palabras del vocalista Lucas Gerardo aclarando que esta no es una fecha más. Es una celebración para recordar uno de los discos más importantes en la carrera de la banda y, de paso, festejar los 10 años que lleva como frontman en el grupo.

La impronta del show fue intercalar canciones de aquel disco de 2007 con material del resto del repertorio que la banda fue cultivando en sus dos décadas de vida. Dieron presente clásicos como “Extraños Signos” y “Animal” intercalados con tracks de “Aún Sigo Latiendo” de 2015, último trabajo de estudio de los muchachos. Uno de los grandes momentos de la fecha llegó con “Mi Última Función”, el opus que da cierre al “Bajo La Cruz”, una de mis canciones favoritas de Lorihen. La respuesta entusiasta del público indicó que no soy el único.

Promediando la mitad de la velada se apagaron las luces y Vorterix quedó en silencio. Cuando Emiliano Obregón salió al escenario con una acústica en mano, sabíamos que algo especial nos esperaba. Una hermosa versión de fogón de “El Secreto Más Perverso” a modo de bisagra, partiendo la noche al medio entre los aplausos de los fanáticos. La voz de Lucas fue la estrella del momento, una garganta envidiable.

Pero aún faltaba mucho para dar por concluida la jornada. Las luces iluminaron los ojos de la concurrencia y las guitarras de Julián y Emiliano se despacharon con temas como “Volver a Nacer”, “Anti Héroe” y “Solo tus Ojos”. Hubo tiempo para la nostalgia, para recordar y pensar en el camino recorrido, pero también para mirar hacia el futuro. Lörihen se despidió de su gente con “Vida Eterna”. La vuelta a casa se hizo larga, pero arriba del 140 aun continuaba la sensación de haber sido parte de una gran fiesta.

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Cronista: Ian Undery
Fotógrafo: Carlos Bobadilla