Este 2017 nos volvió a traer otra edición del ya clásico Noiseground festival que este año estará dividido en cuatro etapas que representan 4 cartas del tarot las cuales son: La muerte, el colgado, el loco y el mago.  En esta primera etapa nos topamos con la carta de la muerte que nos trajo 4 bandas, una de ellas internacional, que rompieron el hielo de manera extraordinaria y dejaron a la gente con ganas de mucho más.

Los encargados de abrir la noche fueron los muchachos de EL CAOS REPTANTE con toda su furia, poder y oscuridad, mostrando porque siguen siendo una trompada en la pera al momento de subir a un escenario. Con un ambiente denso, pesado y un show sólido y bien ejecutado presentando todos sus clásicos para un roxy bastante concurrido a pesar de la hora.

La velada siguió con la gente de PICAPORTERS quienes nos trajeron una propuesta un poco más rápida en cuanto a riffs con mucha presencia de black sabbath en sus composiciones. Con un ambiente oscuro y pesado con mucha rabia en sus riffs para un roxy que ya empezaba a llenarse esperando la atracción principal, pero mientras tanto, la gente de PICAPORTERS nos entretuvo y mantuvo el nivel que dejó la banda anterior para que el ánimo no decayera y así esperar a lo que seguiría.

Una vez abierto de nuevo el telón, fue el turno de DRAGONAUTA que con su actual formación nos presentaron algunos clásicos de siempre y varios temas nuevos del próximo disco, el cual no sabemos aun cuando saldrá debido a varios cambios que tuvo la formación. Sin embargo, lo que están mostrando hasta ahora promete mucho y da ganas de escuchar más, esperemos que después de tanto tiempo puedan sacar el disco nuevo de una vez por todas.

Después de una espera la luz se apagó y se abrió el telón, una luz verde y una cortina de un humo (que olía como a la chaqueta de otto) dio el paso para el acto principal. Los polacos de BELZEBONG, sin presentación alguna y con un roxy casi lleno arrancaron a todo riff para estallar la noche con todo el repaso por su discografía y presentando temas de su último álbum “Greenferno”. La velada avanzó los riffs se escucharon la gente pogueo, las hojas se quemaron, se compartieron, el aire se vicio más de lo que estaba y los polacos se terminaron de comprar al público cuando después de dar unas pitadas a un faso amablemente lo compartieron con el público para que la fiesta siguiera su curso. Tras una hora y media de show, con el público amansado musical y químicamente BELZEBONG dio fin a su show. Eran de oreja a oreja las sonrisas de los presentes producto de una gran actuación la cual fue acompañada de un buen sonido.

La gente salió a la calle con bronca a pesar de la sonrisa, quizá porque aún es muy temprano para que haya terminado algo que debió durar mucho más. Así pasó BELZEBONG por nuestro país, solo nos queda esperar a que vuelvan a pisar estas tierras y la experiencia fue un viaje que acompañado con esta música fue algo que no se va a olvidar así nomás.

Cronista: Fernando Gonzalez