Militia, emblema del thrash nacional, presentó nuevo material en el renovado Marquee de Palermo. Problemas técnicos y aguante metalero hicieron a la fecha única y especial.

La historia de Militia data desde fines de los 80. Para ser preciso desde el 89, año en el que publicaron su primer demo. Tres años después vio la luz Agonía Infernal. A 25 del primer LP, Militia editó Old Skull, recargados con un thrash violento, aguerrido y con la misma temática que lo caracteriza: sustancias varias, excesos, contestataria y amistad.  Los tópicos por donde camina mayormente el heavy metal argentino. O al menos el de aquella generación.

El Marquee fue un local emblema en la década del noventa y principios del 2000. Luego por circunstancias varias quedo en stand by. La fecha fue un revival a dos sociedades que quieren regresar a las grandes ligas. Ambos renovados pero con la misma fuerza de siempre.

La noche fue exclusiva de la banda conformada por Pablo Erzen (batería), Eduardo Nogueira (bajo) y Fernando De Elia (guitarra). Lamentablemente en cierto punto el resultado no fue el esperado. Ni mejor ni peor. Solo que no fue el esperado. Previo al comienzo del show una vecina realizó una denuncia por ruidos molestos. A la mitad De Elia sufrió problemas técnicos en su instrumento y tuvo que suplantarlo. El bar no quedó satisfecho con la recaudación y no estaría barajando la continuidad de fechas metaleras.

Sin embargo, la gente respondió. Hubo pogo, poco pero lo hubo. Hubo temas clásicos como «El Pibe de la Calle», «Carcelero del Alma», «Violencia», «Militia», entre otros. A su vez al tratarse de la presentación de la nueva placa interpretaron «El que calla», «Amigo», «Entro-liyos», «Resentimiento».

Militia presentó, festejó y agradeció el aguante no solo de sus seguidores sino también de colegas como Larry Zavala y Tungsteno. De artistas con trayectoria como las nuevas tendencias que hacen que el heavy metal siga resistiendo. Militia a pesar de las complicaciones durante el parto, dio a luz a Old Skull, un disco que viene a batallar como el primogénito.

Cronista: Jonatan Dalinger