
Antes de meternos de lleno en las hechuras del acto principal, no hay que dejar de remarcar otro hito importante que ocurrió esta jornada que fue el regreso de Renacer a los escenarios. Luego de estar casi dos años ausentes, uno de los pilares del Power Metal argentino regresó con un show contundente. Pese a su condición de teloneros, la banda tuvo una gran acogida por parte del público que esperó mucho tiempo para poder volver a verlos en vivo. Su cantante Christian Bertoncelli no paró de agradecer a sus familiares y allegados por el aguante durante este largo paréntesis que tuvieron, y así fue como aprovecharon su espacio para tocar sus clásicos y adelantar algo del material de su nuevo disco “Del Silencio a la Tempestad”, próximo a editarse. Ojalá que esta nueva etapa que se está iniciando traiga lo mejor para el quinteto.
Tras un párate de varios años, y con una formación totalmente renovada, los españoles Avalanch aterrizaron por primera vez en nuestro país. Esta nueva encarnación, que se presenta bajo el nombre de “All Star band”, cuenta con prestigiosos nombres como el de Mike Terrana (ex Rage, Tarja y un largo etc.) en batería y el de Magnus Rosen (ex Hammerfall) en bajo. Es que Alberto Rionda, guitarrista y líder histórico de la banda, está decidido a recuperar la popularidad que supieron tener a principios de siglo y sabe que para ello es crucial que su grupo salga a conquistar territorios nunca explorados anteriormente. Todo lo antedicho quizás explique en buena medida el porqué aquella noche Groove apenas si llegó a la mitad de su capacidad de concurrencia (además del hecho ineludible de que el Power Metal Sinfónico no está en el auge de su popularidad como en aquellos años), sin perder nunca de vista la sobreabundancia de oferta que hay de recitales en nuestro país de acá a fin de año, tanto de artistas nacionales como extranjeros, convirtiendo en un problema la elección del Metalero argentino en un momento en donde las cosas están bastante difíciles para el bolsillo promedio.
Pese a todo, nada impidió que el show sea una fiesta total. El puñado de fans que se acercó al recinto del barrio de Palermo sin dudas estaba muy expectante por la llegada de la banda y disfrutaron cada segundo de las casi dos horas que duró el recital. Ni siquiera los problemas de sonido opacaron las voces de los seguidores que dejaron el alma en cada canción. Al principio del set, el volumen general estaba bastante saturado y en más de una ocasión tuvo que aparecer el plomo para auxiliar, principalmente, a Manuel Ramíl y a sus teclados que se encontraban muy tapados en la mezcla. Por fortuna, con el correr de las canciones esto se fue solucionando y la banda termino sonando de manera nítida y potente. El gancho principal de esta gira vino de la mano del XV aniversario de “El Ángel Caído”, quizás el álbum más emblemático de la extensa discografía de los españoles y, como era de esperarse, el mismo sonó prácticamente en su totalidad en donde se destacaron “Xana”, “Corazón Negro” y (mi favorita) “Las Ruinas del Edén”. En este punto se vuelve necesario resaltar la figura de Israel Ramos, el nuevo vocalista y compañero de Rionda en Alquimia, quien no tuvo problemas en calzarse los zapatos de Víctor García y entonar cualquiera de los himnos originalmente concebidos para él o por cualquier otro vocalista que haya pasado por la banda, demostrando tener unos agudos muy poderosos. “¡Gracias, hermanos!” no se cansó de repetir a lo largo de toda la velada e inmediatamente superó la prueba de meterse al público en el bolsillo.
También el resto de los músicos tuvieron su tiempo para lucirse; Alberto Rionda y Jorge Salán, la otra guitarra, hicieron un pequeño duelo de talentos entre ellos; Mike Terrana demostró con su solo porqué es uno de los bateristas más talentosos del planeta y Magnus Rosen, además de tener tiempo para su solo, dejó a las claras su enorme deuda con Gene Simmons de Kiss, por su porte y su forma de tocar el bajo.
Tras finalizar la revisión de “El Ángel Caído”, llegó el momento para más clásicos. Luego de que Ramos propusiera una votación entre la audiencia, se abrió paso para el momento más relajado del set con una versión acústica de “Cambaral” y una bellísima interpretación de “Vientos del Sur” a manos únicamente de Ramos y del piano de Ramíl. Ya sin ningún bache en el sonido, “Papel Roto” y “Alas de Cristal” marcaron otro de los puntos más altos de la noche para luego darle paso a “Lucero” con Israel Ramos cantando junto al público desde el pie de las escalinatas que se encuentran al costado del escenario mostrando así que al nuevo frontman le sobra oficio y carisma. El cierre llegó de la mano de una aplastante versión de “Torquemada” dejando así más que aprobado el primer examen de Avalanch en nuestro país. Ojalá esta formación se mantenga y tengamos más temprano que tarde nuevo material de estudio de ellos. Porque cuando salgan a surcar los siete mares para promocionarlo, desde acá, los vamos a estar esperando con los brazos abiertos.
Fotografías: Juan K. Baracaldo
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