Los cambios de formación son drásticos en cualquier agrupación. Algunos puestos son mas notables que otros dependiendo la banda en cuestión. Helker en sus 19 años de vida tuve varios cambios y el más significativo fue la partida de Diego Valdez y a raíz de eso la llegada de Aaron Biglia. La banda despidió el año en Roxy live con clásicos y una ante sala a lo que será el 2018. 

El quinteto toco «Golpe a golpe», hablo de «Falsos profetas», proyecto sobre un «Nuevo circo romano», lloro «Lagrimas de sangre». Helker cantó sobre «Traición», dejo en claro que la amistad está «Mas que el tiempo y la distancia», que le siguen cantando a los «Sueños».  

La actual formación de Helker se conforma con el guitarrista Mariano Ríos, el bajista Christian Abarca, el guitarrista  Leo Aristu, el baterista Hernán «Cuta» Coronel y el cantante Aaron Briglia.

La diferencia entre Bligia y Valdez son notorias. El nuevo cantante trajo otro aire a la banda. Imposible decir que es mejor, pero tampoco empobrece la ecuación. Es distinta, fresca. Valdez tiene un carisma y una voz particular, Biglia trae consigo otra dinámica y otro tono vocal. Ambos agudos, pero el ex cantante es más limpio y el nuevo algo ese límite que pareciera romper las cuerdas vocales.  

En una hora y media de concierto en donde los músicos interpretaron 18 canciones el heavy metal demostró que tiene mensajes contundes, que habla de amor, amistad y problemática social. Que la potencia y el carisma a la par son piezas fundamentales para un espectáculo. Que la música y el compañerismo vence cualquier obstáculo.  

Cronista: Jonatan Dalinger