Rhapsody – Groove (11-01-2018)

El día 11 de enero la banda de Fabio Lione, Luca Turilli, Dominique Leurquin, Patrice Guers y Alex Holzwarth volvieron a la Argentina para dar su último show en vivo, una épica demostración de power metal italiana para todos los fans que no pudieron asistir el pasado 14 de mayo en teatro Flores, En esta ocasión en Groove, acompañados de Conxuro y Abeydon y siendo parte de su gira “20° Anniversary Farewell tour Parte II”.

Rhapsody hizo brillar los dragones en la capital porteña y en este caso el clima parecía un infierno para los guerreros del hielo, cuarenta grados azotaron a la ciudad. El público emocionado estuvo haciendo fila antes de las 16 horas, muchos de ellos se mostraban con su remera oficial o escuchando algún tema de la banda, un ritual clásico de todo concierto.

La fiesta empezó a las 19:30 cuando la banda marplatense Conxuro subió al escenario e interpreto “Skyrim”, una intro perfecta para entrar con potencia a “Fuego interior”. La agrupación conformada por, Agustín Raimondi (Voz), Emiliano D’Elia (Guitarra), Francisco (Bajo), Daniela Nazar (Violín), Valeria Barbas (Flauta traversa), Francisco Andrés Possemato (Teclados) y Martin Mancini (Bateria), se adueño del escenario, tocando temas como “Beethoveen Virus”, “Awen” “Gritar” y rematando una noche perfecta con su corte “Morir en pie”.

A las 20:15 aproximadamente, Abeydon piso el templo musical y arranco con “A través de mil caminos”, seguido de “El día después” tema proveniente de su próximo disco que se lanzará a fines de 2018. Un show cargado en todo momento, y que en un punto la banda decidió hacer un medley con mucho poder. “Fear of the Dark” de Iron Maiden, “Chidren to the Grave” de Black Sabbath y “Future World” de Helloween hicieron parte de esa fiesta que terminó de calentar motores con su particular “No me detendré”, dando por sentado una noche perfecta para las bandas argentinas, y dejando en alto el nivel nacional.

Siendo las 21:30, las luces de GROOVE fueron apagadas y empezó a sonar “In Tenebris”, una intro ideal para empezar lo que sería una noche de fantasía que fue seguido por “Dawn Of Victory», tema representativo de la banda y en el cual el público desgarro su voz a grito herido a la par que Lione. Después sonaron temas como “Wisdom of the Kings”, “The Village of Dwarves”, “Power of the Dragonflame” y ““Beyond the gates of infinity” que hicieron temblar a más de un asistente. Cabe destacar que estos dos últimos temas mencionados llevan más de quince años de vigencia, siendo interpretados en sus recitales desde la fecha que ya son considerados canciones de culto y gloria por los fans y la propia banda.

Luego, “Knightrider of Doom” ilumino la imaginación mitológica, una canción donde cada riff que interpreta Turilli, la salvaje y aguda voz de Lione, la prolijidad de Guers y Leurquin y la precisión de Holzwarth, hicieron que se rompieran las barreras del corazón del caballero interno de cada fan y logrando así, acceder al mundo único propuesto por Rhapsody, la fantasía en esencia.

Después Fabio Lione decide interactuar con los asistentes del show más cercanos del escenario, tanto así le pregunta a uno de ellos. Mientras que el resto de la banda se ríe por lo sucedido, comienzan a ovacionarlo con el característico “Ole, Ole, Ole”, y siendo así la puerta del mítico “Wings of Destiny” que fue uno de los temas que quito el aliento a cada uno de los espectadores de la noche, fue el momento ideal para volar y soñar con un nuevo mañana.

Seguido a esto y sintiendo la fuerza y energía del guerrero, es hora de recordar un gran amigo y colaborador de la banda italiana que falleció en el año 2015, una dedicatoria al noble Christopher Lee en “Riding the Winds of Eternity”. El público rompió en lágrimas cantaron a más no poder. A continuación sonó “Symphony of Encharted Land”, el cual está cumpliendo 20 años de creación. La energía y poder cada vez iba en acenso.

Alex Holzwarth hizo una muestra de cómo tocar la batería, destrozando el doble bombo y dando una lección de cinco minutos aproximados donde interpretó fragmentos de “Game of Thrones”, “Land of Inmortals” y “The Wizard´s Last Rhymes” donde las guitarras se hicieron sentir, Turilli y Leurquin dejaron a los asistentes emocionados. Seguido de esto apareció el segundo solo de la noche, Patrice Guers como está acostumbrado en los shows de la banda, mostró porque es el bajista de Rhapsody, y con apoyo de Holzwarth dejaron descansar un poco a los fanáticos. Lione demostró porque es considerado como una de las mejores voces del Power Metal y haciendo una interpretación en a capela de “Con Te Partirò” de Andrea Bocelli, hizo volver a llorar a más de un seguidor de la banda.

“Rain of a Thousand Flames” fue la primera canción post un pequeño intervalo para la parte final del show, un tema con mucha entrega y potencia, donde los fanáticos volvieron a saltar, hacer pogo y revivir al máximo cada momento de la noche. Seguido de ello, es hora de unir cada voz y entre Lione y los presentes cantar desmedidamente “Lamento Eroico”, tema emblemático de la banda. Para despedir la noche, la canción más esperada por todos los seguidores “Emerald Sword”. La batalla más épica de todas. Entre aplausos y agradecimientos, sonó “Gargoyles, Angels of Darkness” mientras se despedían de los asistentes.

Rhapsody prometió volver por todos los que quedaron afuera en la fecha pasada y esta vez no había excusa, siendo así la despedida más mitológica del Power Metal por tierras argentinas hasta el momento. “El dragón se debilito pero el caballero sigue con el corazón encendido y de pie”.

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Cronista y Fotógrafo: Juan Baracaldo




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