Triptykon – Teatro Flores (22-05-2018)

Tom G. Warrior, o Thomas Gabriel Fischer como acusa el documento, es un distinto.
Allá por el ’82 cuando aún no dominaba por completo al instrumento, fundó Hellhammer y con tan solo un ep y un puñado de demos, plantó la semilla de lo que hoy conocemos como Metal Extremo.

El material de la banda se difundía a través del intercambio de cassettes de aquella época, llegando a diversas partes del mundo e influenciando

fuertemente a la escena noruega – léase Darkthrone o Mayhem – que aún estaba en pañales. Dos años después el proyecto se disolvía, pero lejos de detenerlo, Warrior daría un paso más en la batalla y conformaría el proyecto que lo pondría en el mapa: Celtic Frost, con la cual editó seis álbumes, continuó cimentando y expandiendo los límites del Metal Extremo, posicionando a Tom y a la banda, como una figura de culto.

Triptykon fue el nombre de la nueva aventura que encararía Tom allá por el 2008, logrando hasta la fecha dos discos. Una vez mas, Tom expandió su propuesta regalándonos composiciones de mayor duración, densas y cargadas de oscuridad. Finalmente los pedidos fueron escuchados y Triptycon pisaría por primera vez el país el pasado martes y tendría como locación el Teatro de Flores.
Es bien sabida la crisis que atraviesa el país. Es quizás esta la culpable de que la banda se presente ante un teatro que lejos estuvo de colmarse. Quizás sea el breve tiempo que hubo desde el anuncio de la fecha hasta la realización de la misma. O quizás sea que no muchos están al tanto del nuevo proyecto de Tom G Warrior. No lo sé, nunca lo sabremos. La única verdad es la realidad, y esta dicta que lo sucedido aquel martes fue una fiesta, y pobre de aquel que eligió pegar el faltazo. Pasadas las 21:30 el telón se abre y la banda elige salir ganando desde el vestuario, el primer bombazo de la noche llegaría de la mano de ‘Procreation of the Wicked’ secundada por ’Dethroned Emperor’. Arrancar así debería ser ilegal.
El sonido aún se estaba acomodando pero esto no le importaba ni a la banda ni al público, que se mostraba en éxtasis ante composiciones de semejante talla. «Goetia» sería una de las pocas que sonaría de Triptycon, seguida de «Circle of The Tyrants» y «Ain Elohim», con dedicatoria especial al fallecido bajista Martin E. Ain de Celtic Frost.
‘Muchas gracias, pero esto es una banda, no soy sólo yo’ aclaró Warrior con una humildad gigante mientras la gente lo coreaba. ‘Si me dejan decir algo….»Into the Crypts of Rays” sentenciaba. La gente era poca pero se hacía sentir en cada pogo y cántico.
‘¿Quieren escuchar algunas canciones de Hellhammer?’ preguntaba Warrior con picardía para presentar un triplete infernal: primero con ‘Massacra’, luego con ‘Reaper’ y finalmente ‘Messiah’. Tremendo, demos gracias a Hellhammer. «Morbid Tales» llegando al final le daría paso a la extensa «The Prolonging», canción de Triptykon que sería la encargada de ponerle punto final a la noche.

En líneas generales el balance del show fue positivo. Si, ya sé que la cantidad de canciones de Celtic Frost fue un tanto excesiva, o que bien podrían haber obviado un par de Hellhammer. Pero hay que entender que esta fue la primera visita de Tom G Warrior al país y con semejante catálogo, uno puede llegar a entender la confección de la lista. Quizás en una próxima visita Triptycon incluya mas canciones propias de la banda y deje satisfechos a todos por igual.
Ahora, lo que mas me sorprendió es la cantidad de público presente. Solemos quejarnos de que siempre vienen al país las mismas bandas pero cuando vienen propuestas como estas, la respuesta no es la esperada. Uno de los arquitectos del Metal Extremo pisó suelo argentino y su paso dejó mas dudas que certezas sobre una próxima visita.
Como diría un Fabio Alberti: ¿Qué nos pasa a los argentinos?

Cronista: Martin Tula




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