En una noche fresca y sedienta de emoción, Carajo regresó al jardín de la república, luego de casi 14 meses, para repasar los temas de su último disco “Frente a Frente” y por supuesto, los clásicos también.

El reloj marcó poco más de las 00hs y las puertas del corral se abrió para que las ovejas negras del rock se asomen para sentir las primeras vibraciones del Club Atlético Estudiantes, en la provincia de Tucumán. La banda encargada de calentar al público fueron los locales Horizontes, que para ser sincero, no pude ver su espectáculo por esperar la habilitación de la acreditación.

Una vez ingresado al recinto y de encontrar un lugar acorde para la ocasión, me dispuse a esperar que el power trio surgido en el 2001, me sorprenda con esta maldita y genial música que amamos. Y el momento llegó, la oscuridad reinó para dar la bienvenida al escenario a Corvata, Tery y Andy que con munición pesada arrancaron con “Trágico Mundo Caído” y desde ese primer momento sentí como la batería del señor Vilanova se fundía en mi pecho cual trasplante de corazón. Ahí no más llegó “Drama” y “La venganza de los perdedores” para despertar la adrenalina de la gente.

La gélida oscuridad se espantó cuando los acordes de “Pura vida” arrancaron, a continuación sonó otro tema del primer disco “La parca”. A mitad del set llegaron temazos como “Tracción a Sangre”, “El error”, “Acorazados” y “Triste”, todos estos cantados hasta desgarrar las cuerdas vocales por los presentes, algunos hasta tiraron los pulmones en el pogo. Las palabras de concientización de Corvata para que el público tenga mayor cuidado y no se lastime en el mosh, sirvieron como otra muestra de afecto que tiene para con su gente.

Desde las gradas se vio como la guitarra del serio y encapotado Tery era domada en temas como “Humanidad”, “Para vos”, “Chico granada” “A espaldas del bien” y “Libres”. El bajo Corvalan es tan potente como un camión con acoplados, mueve todo a su paso. ¿Y qué decir del niño Vilanova? A veces pienso que en vez de baquetas usa martillos, es un demonio tocando.

Uno presiente que el final está llegando cuando “Luna Herida” y “Ácido” suenan en los parlantes. El cierre no puede ser menos demoledor, y claro está “Sácate la mierda”, “Joder” y el popurrí de temas de Pantera (Darrell te extrañamos) fueron el broche de oro para una madrugada de lo más ilustre.

El sonido, el juego de luces, el merch, los discos, todo lo que rodea a Carajo es de una calidad digna de imitar, por supuesto que nada es gratis, pero estos muchachos se la jugaron desde los inicios para brindar lo mejor y hoy esas semillas tienen sus frutos. Las ovejas negras fuimos testigos de 2 horas de un show exquisito. Ojalá estas bestias salvajes nos vuelvan a deleitar pronto.

Cobertura: Angel Castillo Dioli