Pasadas las 19hs del sábado, se abrieron las puertas de Uniclub y algunas de las muchas personas que se encontraban en la puerta comenzaron a entrar, otras esperaron un rato más, mientras se juntaban con sus amigos para ver a O’Connor nuevamente en acción.

Previo a la subida de Claudio al escenario, pudimos ver a dos bandas que empezaron a ponerle color a la noche, Mixie y Ocultos.

Pocos minutos antes de las 22hs la espera finalizó y se abrió el telón, la gente gritaba por Claudio, y ahí estaba el, junto a su banda, Carlos Kuadrado en el bajo, Lisandro Alvarez en la guitarra y Pablo Naydon en la batería.

Los primeros acordes sonaron y fue “Quien Pudiera” el primer tema en escucharse, seguido por dos temas de su disco La Grieta, editado en 2016, que fueron “Bendecido” y “Espejismo del Edén”.

Con un O’Connor muy correcto y un sonido deslumbrante siguió avanzando la noche donde tuvimos la oportunidad de escuchar canciones de toda la discografía de O’Connor solista. Algunos de los temas que sonaron fueron del disco Río Extraño, “La Maldad”, “Río Extraño” y “Salí a Buscar”; de su último disco de estudio, La Grieta, “Diminitudes”, “Egos de Liquidación” y los dos temas mencionados previamente. También hizo un repaso por sus otros discos, de Estamos Pariendo sonaron “1976”, “Enroscando al Mundo” y “Hasta ser Libre”, de El Tiempo es tan Pequeño “No te Aflijas” y “Sangre para el Rey”; y de Naturaleza Muerta “Jardín de la Eternidad” y “Pagando por tu Actitud”.

Mientras que el concierto iba llegando a su final, la gente no paraba de hacer pogo y cantar a pura emoción cada uno de los temas que iban sonando, sin embargo, faltaba algo, en el repaso por la discografía que se había hecho durante la noche no había sonado ningún tema de la primera época de O’Connor, y cuando pensábamos que nos íbamos a tener que ir con las ganas, comenzó a sonar “Caníbal” de Yerba Mala Nunca Muere, editado en el 2000, y de ahí seguimos para atrás en los años, con “Se Extraña Araña” del primer disco de la banda Hay un Lugar. Con esta combinación y audiencia eufórica, llegó el gran final, para los que siempre esperan escuchar aunque sea una canción de Hermética, “Memoria de Siglos”.

El transcurso de la noche fue más que correcto, con un sonido inmejorable para el lugar, un público eufórico que acompaño sin generar inconvenientes, y tres bandas que dejaron todo arriba del escenario para que sea una noche para recordar.

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Fotógrafo y Cronista: Julián Quinteros