
Finalmente llegó el día en que Lörihen presentó “Desconexión”, su flamante nuevo disco. Con un Vorterix bastante colmado, y luego de que los actos soportes Argan y Boanerges dejaran el ambiente bien predispuesto para la fiesta que se avecinaba, todas las piezas estaban en su lugar para vivir una fiebre de sábado por la noche.
No hay ninguna novedad al decir que Lörihen en vivo es uno de los actos más destacados de nuestra escena pesada local. Con más de 20 años que avalan su carrera, los shows de la banda de Emiliano Obregón (guitarrista) son sinónimo de garantía de disfrute; y el marco del Vorterix es uno sobre el cual se sienten a gusto, algo que la banda ya definió como su “segunda casa”. Lo que venían necesitando era una nueva placa que sirva para refrescar sus repertorios en directo y en ése sentido “Desconexión” cumple su misión con creces. Fue así como arrancaron con “Libertad” y “El Abismo”, ambas pertenecientes a su última producción, para empalmarles “Bajo La Cruz” y “Aún Sigo Latiendo”, los temas que le dan título a sus dos placas previas, dejando en claro desde el vamos que los nuevos temas conviven en perfecta armonía con los clásicos.
Para Lörihen sin dudas todo esto representa una nueva etapa, no sólo por contar con un nuevo disco bajo el brazo, sino también por iniciar este período sin el emblemático guitarrista Julián Barrett, quienes a fines del año pasado cedió su puesto a Ezequiel Catalano quien viene cumpliendo su trabajo a la perfección. Por lo demás, se mantuvieron los factores que son una constante en los shows de la banda: momentos de adrenalina, momentos de reposo, invitados, covers, sorpresas y demás. Más allá de algunos problemas técnicos – sobre todo cerca del principio, unos inconvenientes con la batería de Hernán Ríos obligaron a Emiliano a hacer una suerte de jam improvisado con el tecladista invitado habitual, Andrés Blanco – en líneas generales la banda sonó correctamente y ésas fallas mancharon pero no opacaron en ningún momento la fiesta.
Porque los shows de Lörihen son eso: una fiesta. Y como se dijo antes, son esos factores que los condimentos que la hacen especial; en donde podemos destacar los momentos de mayor agite a “El Muro del Silencio” que se amoldó perfectamente a las noveles “Triste Historia del Poder” o “Espinas en el Alma”; o también hay que celebrar esa costumbre que se tomó Lörihen este último tiempo de incluir un mini set acústico con maravillosas versiones de “El Secreto Más Perverso” y “Contraluz”, o también la hermosa calma que genera ése hit que es “Sólo Tus Ojos”; la inclusión de invitados que siempre suma como Brenda Jezabel de Bloodparade para “Cenizas del Dolor”, o como Germán Philippens de Arcángel que se vino desde Mendoza (¡) para sumarse a “El Último Eclipse” (ésa y “Traidor” fueron las únicas que sonaron de la primera época de la banda); y ni que hablar cuando Aaron Briglia de Helker y Emmanuel Gerbam de Ariadna Project (bandas que se estarán presentando con Lörihen a fin de año) se subieron al escenario para una calórica versión de “Highway to Hell” de AC/DC; para luego terminar todos juntos, como es habitual, cantando “Vida Eterna” y redondear así un show de dos horas.
Lörihen sigue demostrando porque es una de los nombres más fuertes de nuestra escena. Resta ahora que lleven “Desconexión” a cada rincón del país que les sea posible.
Galería de Fotos:
Cronista: Juan Manuel Guarino
Fotógrafo: Juan K Baracaldo
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