«EL PODER Y LA GLORIA» (SAXON EN EL TEATRITO – ARGENTINA – 09/03/18)

Lo de Saxon aquella noche en el Teatrito de la calle Sarmiento ubicado en el microcentro porteño fue sencillamente apabullante. Con el pequeño recinto colmado hasta el tope, las águilas británicas volvieron a dar cátedra de Heavy Metal en nuestras tierras. Previo a eso, los locales Patán dejaron la mesa servida con un breve pero muy emotivo set acústico donde lograron hacer más amena la espera de los presentes. Mención aparte para el vocalista Renzo Favaro quien tuvo una gran performance.

Pasadas las 21.00 hs. comienza a sonar de fondo It’s a Long Way to the Top (if You wanna Rock and Roll)” y ya los corazones se comenzaron a acelerar. Se abre el telón, salen los cinco músicos a escena, y “Thunderbolt” – el tema que le da título a su última placa – es la seleccionada para iniciar una fiesta de casi dos horas de duración. Pegadita vino “Sacrifice” y acá los Sajones dejaron en claro que no le temen a su material más reciente. ¡Y lo bien que hacen! Porque una de las virtudes de Saxon es contar con una extensa discografía en donde no hay que ir demasiado atrás en el tiempo para poder encontrarnos con auténticas joyas de la más puro Heavy Metal. Pero los clásicos no se harían rogar mucho tiempo más y ahí nomás vino un tridente conformado por una seguidilla de canciones que mostraron el perfil más rockero de la banda, ubicándolos más cerca de AC/DC que de Judas Priest: “Wheels of Steel”, “Denim and Leather” y “Strong Arm of the Law”. A partir de aquí sería todo un intercambio casi constante en el set list entre su material más reciente y los clásicos de todas las épocas donde prácticamente no faltó ninguno. Entre las más nóveles sonaron la potente “Battering Ram”, la épica y pegadiza “Lionheart”, y ése sentido (y furioso) homenaje a los fallecidos de Motörhead titulado “They Played Rock And Roll”, también perteneciente a su último LP. Por el lado de los clásicos, “Frozen Rainbow” y “Broken Heroes” aportaron la cuota de reposo en el show pero la locura se desataría nuevamente con ése riff inconfundible que tiene “Power and The Glory” (por no mencionar el estribillo) o con la acceptosa “Solid Ball of Rock”; y por no hablar del pogo que se armó con “Motorcycle Man”. Quienes lamentaron la ausencia de otros clásicos como “NeverSurrender” o “The Eagle has Landed” (las cuales vienen siendo intercaladas dentro de la presente gira con otras canciones) podemos afirmar sin temor alguno que se habránvisto compensados por otras gemas como “Backs to theWall”, “747” (todo el mundo a cantar) o “And The BandsPlayed On”. La poderosísima “To Hell And Back Again” (confieso dejar casi el alma en cada estrofa), “Dallas 1 PM” y la infaltable “Crusader” fueron las encargadas de llevarnosal final del show.

La vitalidad que ostentan estos veteranos debería ser la envidia y el ejemplo a seguir de muchas bandas más jóvenes. Por mi parte me sorprendió ver el agite del bajista NibbsCarter quien definitivamente necesitó de un escenario más grande para hacer sus corridas. Pero es el eterno Bill Byfordquien se llevó todas las ovaciones; su atuendo negro, su imponente porte, su voz en perfecto estado, y su invencible carisma (más allá de su cara de abuelo gruñón) hacen de este hombre un espectáculo aparte. Apelando a movimientos corporales un tanto toscos, ya sea desafiando a la audiencia a imitar sus entonaciones, revoleándole botellas de agua o filmándolos  con su celular para después subir todo al Facebook de la banda, el viejo Bill maneja al público de acuerdo a su antojo. Por su parte, la parquedad que emana Paul Quinn al esconder sus expresiones detrás de sus gafas la compensa con sus formidables solos de guitarra. A nivel sonido podemos decir que la banda sonó prácticamente perfecta, salvo en el arranque donde quizás estaban un poco excedidos de volumen.

Para los bises eligieron una dupla infalible conformada por ése himno Metalero que es “Heavy Metal Thunder” y la cita obligada con “Princess of the Night” para ponerle punto final a la velada. Se despidieron muy ovacionados y dejando como saldo un show que prácticamente desconoció de fisuras. No hay ninguna duda de que Saxon son una institución en el mundo del Heavy Metal más clásico. Sus conciertos podrán pecar de predecibles pero no por ello son menos efectivos. Y son otra prueba más de porqué el público sigue eligiendo a leyendas como ellos por sobre propuestas más jóvenes.

Crónica: JUAN MANUEL GUARINO

Ph: MARTÍN DARKSOUL























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