El nicho del Power Metal en Argentina se enaltecía, sin buscarlo deliberadamente, al crear un ritual previo a la llegada de STRATOVARIUS al país. La banda finlandesa, nos visitó hace tres años, y entre la nostalgia de hace más de dos décadas de carrera demostró que con sus seguidores más allá de las altas temperaturas del verano  hay, por su parte, hubo una conexión que es inquebrantable, como sucedió en el Teatro Flores.

La jornada comenzó con Beto Vazquez Infinity, la banda de progresivo/power metal formada en el 2000 despertaron a los fanáticos de éste género, especialmente porque al finalizar su pasada por el escenario pusieron toda su energía en “Carry on” de Angra.

Pasadas las 21 hs, ante la hinchada y fervor de los presentes que estaban impacientes porque el telón se corriera, Stratovarius comenzó un recital inigualable centrado en lo mejor de su carrera comenzando por una triada de sus legendarias canciones como “Eagleheart”, “Phoenix” y “Oblivion”.

La noche siguió entre otras canciones, con “Black Diamond, un himno del metal, “Kiss of Judas”, “Unbrekeable” y para el final de un exitoso y ferviente show “Hunting High and Low”. Entre estos clásicos ya instalados en nuestras mentes, el virtuoso guitarrista Lauri Porra nos deleitó con su versión del tango clásico de Gardel “ Por una Cabeza” y el himno Argentino coreado y vitoreado por el público local.

Eran las 22:30hs  y Stratovarius finalizaba su show, mientras los aplausos y las caras de alegría se mezclaban con la multitud de un público que supo esperar años para verlos y quedarse con la sensación de que faltaron más canciones, se los pudo sentir en un viaje hacia el pasado y el presente de una banda con un largo camino hecho, y que por fin se vio reflejado en un escenario de Argentina.

Cronista: Sofia Burtnik