Violator – Asbury Club (18-04-2015)

descarga (4)Luego de haberse tomado un año sabático, los thrashers brasileros de Violator, claves exponentes del revival del thrash en el nuevo milenio, regresaron con toda la furia a nuestro país, a poco más de un año y medio de su última visita.  Si aquella vez explotaron el Roxy, en esta ocasión la cita se trasladó al Asbury de Flores, que desde temprano se vería copado por los chalecos emparchados para disfrutar de las bandas locales invitadas.

A las 18:50 The Conjuring dio el puntapié inicial a una fecha que no dio lugar para respiros. De nuevo abriendo para Violator, a lo largo de media hora de show se despacharon con varias canciones incluidas en su EP Reign of terror (2013) como “Become the agressor”, “Holy blood” o “Disciple of a gun” con un sonido que los muestra muy en la vena del Slayer de la época de Seasons in the abyss. El grupo conformado Gabriel Garcia (voz y guitarra), Adhemar Longoni (guitarra), Alejandro Payer (batería) y Federico Müller (bajo) se muestra en vivo como una aplanadora gracias a elaborados riffs, una fuerte base rítmica y la potente garganta del vocalista.

Luego fue el turno de Maniax, la banda que formó Maxi Cabrera (ex guitarrista de Tungsteno, aquí también a cargo del micrófono) junto a Rodrigo Ceolin en guitarra, Leandro Tuerca en bajo y Tony Reynoso tras los parches. Tras haber debutado el sábado anterior en Morón, la segunda parada fue nada más y nada menos que junto a Violator, donde seguro se ganaron una buena cantidad de público. Es que canciones como “Vil metal”, “Epidemia” o “Maníacos” (que próximamente serán grabadas en el primer EP) combinan a la perfección el thrash vieja escuela con el speed metal y el sonido más propio de la NWOBHM, con excelentes trabajos de guitarra e incluyendo secciones con gemelas. Ya tienen todas mis fichas puestas de cara al futuro.

Tungsteno ya es uno de las bandas más representativas del thrash a nivel sudamericano y a esta altura un Asbury repleto aguardaba a sacudir su furia en el circle pit. Integrados por Gabo García en voz, Gastón Tieri en bajo, Marcos Gianfrancesco en batería, Mariano Lesta y el recientemente incorporado Nicolás Montañez en guitarras, salieron a puro machaque y velocidad, desbordando energía con “Inminente aniquilación” y la oda a la ebriedad que es “Vino y velocidad”, ambas de su disco debut del 2011. Inminente aniquilación verá su sucesor este año, y en los shows se pueden escuchar algunos adelantos del mismo, en esta ocasión fue el turno de “Rasgos de crueldad”. Siguieron con sus clásicos “Régimen de violencia” y “Escuadrón del thrash”, y lamentablemente no llegaron a ejecutar “Te-thrash”, usual cierre de sus shows, ya que las agujas apremiaban y la jornada debía terminar temprano.

Malditos fue la última de las bandas nacionales en presentarse, alrededor de las 21 horas. Como ya es costumbre Gustavo Rubio (bajo), Walter “El Negro” Santillán (batería), Mariano “Chapa” Calvetti (guitarra) y Maxi “Kaú” Ghirlanda (voz) son un relojito, mostrando un thrash de influencias heavys con un sonido muy claro y prolijo. Ejecutaron varias canciones de su álbum de 2013 Liberando Venganza, es el caso de “Invasores, “Eternamente” y “Declaración”. También siguieron presentando un tema nuevo que aspira a convertirse en un futuro clásico: “Pesadilla”. Para el final quedó como siempre su tema más representativo “Ataque thrashero”, dejando así la intensidad bien alta para esperar por Violator.

Finalmente el momento más esperado de la noche llegó cuando nos acercábamos a las diez de la noche. Se levantó el telón y el conjunto brasileño arremetió con la instrumental “Death descends (upon this world)”, enganchada con “Endless tyrannies”, de su último trabajo Scenarios of Brutality editado en 2013. Ésta fue previamente presentada en español con las líneas “en el sur del continente hay una historia escrita con sangre”, en referencia a las dictaduras que sembraron el terror décadas atrás en la región aunque las elites socioeconómicas que las apoyaron aún siguen en el poder. Una muestra del mensaje de unión pero también de lucha y resistencia, banderas que Violator sostiene en alto. Luego “Atomic Nightmare” de su primer LP Chemical Assault (2008), con su intensa rabia detonó los pogos más feroces en la que incluso el cantante y bajista Pedro Poney dejó su instrumento a un lado y descendió hacia el público en clara actitud underground. Entretanto, los guitarristas Pedro Capaça y Marcelo Cambito entregan brutales riffs del thrash más crudo, en la escuela del viejo Sepultura, Exodus o Vio-lence.

La noche continuó con “Deadly sadistic experiments” del álbum Annihilation process (2011), canción que trata de liberación animal, de esas inocentes víctimas de sistemáticas torturas en nombre del ¿progreso?: una temática que no muchas bandas se atreven a abordar. Luego de recordar sus primeras visitas a nuestro país hace 8 años (cuando tocaron en lugares como Laferrere y la provincia de Chaco) y pedir disculpas por su español (sólo una muestra de humildad  ya que se expresa perfectamente, muchísimo mejor que el portugués del argentino promedio), se descargaron con “Brainwashed posession”, de Chemical Assault, incitando a tomar la vida en nuestras manos y no en la de algún dios. Tras darle voz al silenciado genocidio aún vigente de los pueblos originarios con “Echoes of silence”, canción apertura del último álbum, tuvo lugar un momento especial: el guitarrista argentino Juan Lerda, fundador de la banda junto a Poney, Capaça y el baterista David Araya “Batera”, fue invitado a tocar “Thrash maniacs”, encontrado en el primer EP que grabaron allá por el 2004, Violent Mosh.

Si hay algo destacable de Violator es la pasión que demuestran por lo que hacen y el culto al under, oponiéndose categóricamente a considerar el thrash como un medio de hacer dinero. Pura humildad y actitud, realmente un ejemplo a seguir. El show se sucedía bomba tras bomba con “Destined to die”, “Addicted to mosh” (ambas de Chemical Assault) y “Respect existence or expect resistance” (de Scenarios of brutality). El único punto negativo fue que a veces la voz quedaba muy atrás y era opacada por los demás instrumentos. Ya acercándonos a las once de la noche, quedaban los últimos temas: el clásico brutal “Futurephobia” (de Annihilation process) y “UxFxT”, United for thrash, con la que se despidieron a puro vértigo y velocidad. Luego de finalizar el show se quedaron varios minutos sobre el escenario saludando a los fans y sacándose fotos ante un recinto colmado. Sin dudas se vivió una verdadera fiesta, gracias a una de las bandas más auténticas de las que podemos disfrutar hoy en día. Thrash hasta la muerte, tal como vociferaba (en inglés) el público al término del recital.

Galería de Fotos:

Ver galería completa

Cobertura: Sebastian De la Sierra
Fotografías: Sebastian Michia




· Volver




















logos_apoyo