
El 25 de diciembre ocurrió un hecho importante. Avernal volvió a dar un show presencial después de casi un año de encierro. Para esta ocasión, la banda preparo un set especial que recorrió su nuevo trabajo de estudio Tzompantli (2020) así como toda su discografía. La cita fue en Uniclub para un publico muy reducido respetando las normas de seguridad e higiene por la pandemia actual.
La logística de Uniclub dispuso mesas y bancos para la comodidad de los espectadores de cara al escenario y sin moverse de los mismos. Cabe destacar que fue por pedido de la organización del evento. Cerca de las 22:30 hs las luces se apagaron y la adrenalina empezó a correr por el cuerpo de mas de uno, para que finalmente el telón se corriera dejando ver nuevamente a 5 personas del otro lado ejecutar sus instrumentos en vivo, para brindar una sensación que ya se creía olvidada.
La velada arrancó con «La tormenta después de la calma» para que después Cristian Rodríguez diga rápidamente «no vamos a hablar de la situación, vamos a hacer música» dejando en claro que el objetivo de la noche era pasarla bien lo cual fue demostrado inmediatamente con «Mediador.» La lista continuó con «Arquetipo de Saturno» y «Desmembrado en vida» que dejaron entrever que en el aire corría mucha locura al igual que ganas de agitar. Y hubo agite, pero desde las ubicaciones indicadas respetando el distanciamiento social y entendiendo que había que pasarla bien como se pudiese. Cada tema fue festejado igual o mas que el anterior, sobre todo los que pertenecen al nuevo trabajo de la banda. Como por ejemplo, «Hilera de cráneos», «Arquitectura Pestilente», «La densidad» y «Los desesperados.» Pero así como pasaron los nuevos también pasaron los clásicos: «Fear of Rotting», «Habitante de Cadáveres», «La resurrección» y el cierre con una de las tantas poderosas que tiene Avernal: «Hoy podes pudrirte.»
¿Faltaron temas? Faltaron temas ¿Falto tiempo? Falto tiempo ¿Se disfruto? Si, absolutamente. Se disfruto porque era algo que hacia mucha falta para los que teníamos abstinencia y es necesario destacar que el sonido fue muy bien mezclado y quizá lo que termino de coronar la noche. Una de esas noches que no teníamos hace rato y que en ese momento supimos cuanto extrañamos.
Avernal les dio el mejor regalo de navidad a los presentes de esa noche y lo mas lindo de todo es que al día siguiente todo se iba a repetir de nuevo ¿Cómo para no perder la costumbre, no? El telón se cerro, las luces se prendieron y todos encararon para afuera dándose así el segundo ritual que hacia falta: las charlas sobre lo vivido, el viento de la noche pegando en la cara y las bebidas que circularon con los cuidados pertinentes y por supuesto, las hojas místicas. ¡Por fin!
Galería de Fotos:
Cronista: Fernando Gonzalez
Fotógrafo: Cuervo Deth
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