Heavy Metal Strikes Back II – Complejo Popos (07-02-2021)

Debido al contexto mundial de público conocimiento me atrevo a escribir la reseña más subjetiva en mis años de Metal Argento. Durante mucho tiempo se habló de trabajadores esenciales y de la pérdida de poder adquisitivo con crisis económica mediante. Pero ¿Qué significa ser un trabajador o trabajadora esencial? ¿Quién lo determina? El problema no fue el término ni la discusión por la selección. Más bien fue la falta de política pública cultural. Nietzche dijo que sin la música, la vida sería un error. Y posiblemente así sea. Los eventos vía streaming para apaciguar la ansiedad todavía faltaba a la vieja anormalidad. Luego de un prudente tiempo en confinamiento primero obligatorio para después pasar a preventivo los recitales volvieron a la presencialidad. 

Argentina Thrash Metal es una productora emergente de shows underground. Tomó la iniciativa para organizar Heavy Metal Strikes Back II al aire libre en Complejo Popos (Campana) con todos los recaudos de sanidad necesarios para llevarlo a cabo. Capacidad limitada y protocolo sanitario. Junto a cuatros bandas de grueso calibre: Metaluria, Rústica, Velocidad 22 y Steelsballs. Lamentablemente, la primera tuvo que cancelar a último momento por haber mantenido contacto estrecho con un caso positivo de la covid-19. En su lugar, ingresó Silverblade, otra banda promesa emergente. 

Los recitales son importantes por el mero hecho de ser una expresión artística. Pero los recitales de heavy metal son más que eso. Es un acto de resistencia, de libertad, de comunión y de divertimento. Y la emoción pasa por el ritual y el re encuentro con los pares. Hace un año que no veía una masa uniforme, una brigada beoda como canta Velocidad 22. 

Las cuatro presentaciones estuvieron a pie de cañón. Sebastian Braddock, cantante de Silverblade, con su alcohol en gel al costado del micrófono es digno de destacar. Así como la limpieza entre los minutos muertos de banda y banda. Rústica confirmó que la pandemia no molestó para nada la nueva formación. Si bien, ya venían tocando previo a la pandemia el parate tendría que haber impacto y no fue el caso. Velocidad 22 es la banda del pueblo. Eso lo leí de Juancho Albarracin que es quien está al frente de Argentina Thrash Metal y le doy la razón. Fue el punto alto de la jornada. Gritos en alto para Parma Vega de Metaluria y Roberto Flemático de Serxenar que ya no están en este plano. Siempre presentes y con parte de la familia entre el público. Vale destacar que ya son parte del recuerdo colectivo de toda una escena que los vio crecer en sus respectivos proyectos. Steelballs, banda local, coronó la fecha con un fuerte set de heavy metal clásico duro y parejo. 

La última salida que tuve previo a la pandemia fue un recital. Después de once meses me di la oportunidad de acercarme a uno. Sentir nuevamente el ritual y acompañar a amigos y amigas que expresan lo que piensan y sienten. Indiscutiblemente es menester que los eventos culturales se reintegren a la lista de actividades posibles. Siempre y cuando se cumplan los protocolos establecidos y el respeto mutuo entre organización, participantes y público. Así como lo ocurrido en el Heavy Metal Strikes Back II. Nadie, absolutamente nadie, está excento del virus. Pero si somos conscientes de cuidarnos para cuidar a los demás, podemos asistir a recitales al aire libre con barbijo y alcohol en gel mantener una distancia, tomar una cerveza y escuchar heavy metal. 

Cronista: Jonatan Dalinger























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