
Parece mentira pero esta fue la sexta visita de los holandeses por nuestras tierras, cada vez más locales, desde aquel primer show en el año 2005 en el ND Ateneo, fueron visitando nuestro país aproximadamente cada dos años, y como en las últimas cuatro oportunidades, el punto de encuentro fue el Teatro de Flores. En esta oportunidad, la banda estaba presentando su reciente trabajo “The Quantum Enigma”, editado el 2 de mayo del 2014 por Nuclear Blast. Cerrando una gira por latinoamérica que arrancó el 26 de febrero en Ecuador, y paso por Perú, Brasil, Paraguay y Chile.
La banda encargada de abrir la noche fue Elessär, oriundos de la provincia de Neuquén, seleccionados a través de un concurso que organizo Icarus, en el cual las bandas enviaron su material, se procedió a seleccionar a diez candidatos y el público a través de del sitio web votó a la banda que quería que toque en la fecha. Es así que Elessär ganó la votación con el 33,80% y se pudieron dar el gusto de compartir el escenario junto Epica. Es importante que se le de trascendencia a la bandas del interior del país, que muchas veces quedan relegadas antes la gran cantidad de bandas que podemos encontrar en Buenos Aires, las cuales tienen medios más al alcance para hacerse ver, en cambio a las bandas del interior todo le cuesta el doble, así que celebro esta oportunidad que se le dio y el apoyo incondicional de sus seguidores. Tampoco quiero dejar de mencionar a las otras bandas que participaron del concurso, como Dæmon Lost, Dark Whisper, Cinnamun Beloved, Slania, Silverheart, entre otras. Que me dejan tranquilo, que hay muy buen material y nivel por estas tierras.
He ido al Teatro de Flores, innumerables veces pero el calor que se sintió ese día nunca lo viví, ¿habrán apagados los aires acondicionados? ¿Cerrado las puertas cortando la ventilación?, preguntas sin respuesta por el momento, lo que sí está claro que es algo inhumano, muchas personas descompensadas por el calor y ni hablar de los que estaban desde muy temprano ya dentro del teatro.
Pasadas las nueve de la noche, las luces del teatro se fueron apagando y de pronto empezó a sonar “Originem” introducción que da comienzo a su nuevo material, los gritos del público se hacía escuchar cada vez más y era realmente llamativo la gran cantidad de celulares firmando que se podían ver. El primero en aparecer fue el baterista Ariën Van Weesenbeek, seguido por Coen Janssen que cruzó todo el escenario hasta llegar a su teclado, y casi al mismo tiempo de diferentes direcciones aparecieron Isaac Delahaye y Mark Jansen en las guitarras y Rob van der Loo en el bajo. Tomaron sus respectivas posiciones y dieron inicio a “The Second Stone”, inmediatamente hizo su aparición Simone Simons sobre el escenario, llevándose toda la ovación del público. Siguiendo el orden de nuevo disco, se iba a venir “The Essence of Silence” un intenso tema con mucha participación de Jansen en la voz y Simone cantando en registros muy altos, aunque un poco ayudada por algunos samplers de fondo.
Se iba a venir el primero de los clásicos de la noche “The Last Crusade”, en donde las largas cabelleras de sus integrantes volaban al unísono del tema y desde el público se empezaban a ver los primeros pogos. Tras unas breves palabras de Mark jugueteando con la gente anuncia el siguiente tema “Unleashed” proveniente del disco del año 2009 denominado: Design your Universe, seguramente con destino asegurado de clásico. Sin respiro alguno entre tema y tema continuaron con “Storm the Sorrow”.
Recién a esta altura de la noche el sonido fue mejorando, durante el transcurso de los primeros temas, se escuchaban poco las voces, algunas guitarras sonaban bajas y el teclado era inexistente por momentos, lo que es una lástima más para una banda de la altura de Epica que sabemos por haber visto sus anteriores presentaciones que son de sonar bien. Por suerte el sonido mejoro, pero de todas formas nunca logro ser del todo bueno a lo largo de la noche.
Una rareza que no suele suceder en los recitales, fue ver a Simone parada en el centro del escenario ofreciendo elegir entre dos temas, por un lado “Fools of Damnation” y por el otro “Façade of Reality”, el encargado de elegir era el público a través de sus gritos. Ambos son grandes temas, por lo cual cualquiera de los dos hubiese estado bien, pero la gente eligió “Façade of Reality”. A continuación se iba a venir unos de los puntos altos de la noche con “Sensorium” con el cual público estallo, saltando y cantando desde todos los sectores del teatro. Los clásicos seguían sonando, esta vez de la mano de la potente “The Obsessive Devotion”.
Continuando el show con “Victims of Contingency” otro de los temas de su último disco, posiblemente sea la mejor canción del álbum, con un Mark Jansen llevándose el protagonismo con las voces guturales, y con Coen Janssen con un teclado portable circular acercándose esta vez más a la gente y jugando con sus compañeros de banda yendo de lado a lado del escenario. Luego se iba a venir “Cry for the Moon” en el cual a pedido de Simone el público coreo junto a ella el inicio de la canción, se escuchaban las voces de la gente desde todos los puntos del teatro creando un clima realmente emocionante, al finalizar la canción uno a uno de los integrantes de la banda fueron abandonando el escenario, quedando solamente Ariën Van Weesenbeek, regalándonos un intenso solo de batería. Ya estábamos llegando al final, increíblemente pasó todo muy rápido, era la hora de “Design Your Universe” una extensa canción que da nombre a su predecesor trabajo discográfico para finalizar esta primer parte del show. Dejando solamente espacio para el encore, el primero en retornar al escenario fue Coen uno de los miembros históricos de la banda, que aprovecho para agradecer al público, y las personas que lo acompañaron en este tour, ya que esta era la última fecha de la gira, mostrando un gran carisma con el público y un buen manejo del español. Para ir cerrando la noche, iba a llegar “Sancta Terra”, seguida de “Unchain Utopia” y luego de una gran ovación de los presentes que pedían más canciones solamente quedaba tiempo para una más, la aclamada “Consign to Oblivion”.
Una nueva presentación de Epica en nuestro país, esta vez presentando muchas canciones nuevas, y repasando los grandes clásicos, la banda dejó todo en el escenario y el público hizo lo suyo debajo, pero no fue de los mejores shows que dieron, el sonido no los acompaño durante gran parte de la noche y eso me termino dejando una sensación media rara, no conformándome del todo como otras veces. En definitiva, a esperar entonces por una séptima visita, que esperemos llegue pronto.
Galería de Fotos:
Cobertura: Diego Vilar
Fotografías: Pablo Gandara
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