Ministry y Bloodparade – Vorterix (08-03-2015)

descarga (7)Tenía razón el argentino, o el uruguayo, o el no importa dónde nació, Carlos Gardel cantaba una estrofa de “Volver” que dice  «20 años no es nada». Y la verdad, todo depende del ojo con el que se lo mire o el oído con el que se lo escuche. Y en este caso, Ministry del verbo antagónico «Venir». Eso es lo que estuvimos esperando durante 20 años o un poco más. Que Ministry venga, que algún productor se digne a traerlos. Y por fin llegó. No lo habrá hecho para quedarse, pero sí para perdurar inmortalizado en los ojos, los oídos de los que habíamos esperado tanto tiempo. Como también, en la memoria porque ya lo dijo Gieco y su chip revolucionario: Todo está cargado en la memoria y olvidarse de la noche del 9 de marzo en Vorterix será imposible.

Este no es Gardel ni León pero es un animal en el escenario. Al Jourgensen, cubano de nacimiento, yanqui por elección, es el Rey de la Selva Industrial. Y si Pep Guardiola lo definiera, bien podría caerle su definición contra Mourinho y definirlo como «El Puto Amo». Del Metal Industrial que creó y forjó después de coquetear con el synthpop, la new wave allá por los años 80′. Le dio un nombre al género y generó una movida en la que los demás juegan para ser segundos. Porque es sucio y desprolijo. Tiene rastas pero no esas roñosas y decadentes como los cadenciosos que las portan, sino que asoman desde una bandana agujereada para sacudirlas, sacudirse y sacudir. Al ritmo de la máquina infernal, roñosa e infernal en la que un desquiciado Tony Campos (Soulfly, Asesino, Brujería) subyuga desde las cuatro cuerdas, y los demás miembros no originales de la envergadura industria metalera acompañan y ensamblan el engranaje.

«Puch in the Face», «Permawar» y «Fairly Unbalanced» continúan recorriendo el ultimo álbum de estudio, sucesor del machacante «Relapse» hasta que sobreviene «Rio Grande Blood» del trabajo homónimo del 2006. Por ahora nada «Old School» que disfrutar, pero suenan los acordes de «Señor Peligro». Y agárrate, porque ya nada será igual no porque se haya esforzado la máquina Misnitry, sino porque se aceleran los corazones y rebobinan en el tiempo. Tiempo de «Lies, Lies, Lies», «Worthless» Y «Wainting» nos confirman que no estuvimos tantos años esperando en vano, y encadenan, siniestra y endiabladamente el sprint con el que La Producción de Jourgensen & Co. nos iban a brindar, no en serie, pero sí en serio de lo que es el mejor Metal Industrial que hoy pueda verse en vivo y en directo. Tanto como el de Bloodparade, la gran banda de la gran Brenda Cuesta, a la que nada le cuesta meterse a la gente en el bolsillo con un set caliente y digno de grandes ligas.

«Life is Good» y «N.W.O.», entre otras modelaron a fuego nunca lento la noche inolvidable e inoxidable que con bailoteo incluido de Al y un salto hacia la valla donde decenas de manos querían tocar las manos del Puto Amo de la Creación Industrial, antes de entregar en tiempo y forma «Khibber pass» y bajar la persiana. Persiana Americana, pesada, densa, machacante y aceitada de un engranaje al que podrán pasarle 20 años o más, pero que en nada hace extrañar a laa Aplanadora de ayer y de hoy de estos Ministros de la Industria aferrados al Poder. Nosotros nos aferraremos al poder haber estado ahí. Larga vida al overol. Al Overol de Al.

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Cobertura: Sergio Corpacci
Fotografías: Pablo Gándara




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