
Las conquistas de los espacios ganados se logran a través del empuje colectivo. Es decir, es un conjunto de actores lo que permiten que ocurra el triunfo. A 23 años de su nacimiento, Serpentor marca un hito historico. No solo para la banda, si no también para toda la escena pesada argentina. Sin dudas, un exponente del thrash metal. Y si bien la banda se jacta de ser la primera de thrash metal en llegar al escenario de Obras Sanitarias y lanza un disco el mismo día, no hubiera llegado sin el apoyo de las legiones, el sello, los medios y las bandas del under con las cuales comparten ruta.
Después de un año y medio sin shows debido al coronavirus, la vara era alta. Un disco nuevo y un show en nada más ni nada menos que Obras. Quince canciones, entre clásicos y estrenos, conformaron la lista que tuvo registro audiovisual para un nuevo DVD oficial. Prácticamente sin respiro, las cuatros primeras canciones fueron vitales para desatar un pogo tan anhelado por las legiones y los músicos. Así «Controlando la Nación«, «Represión Violenta» y «Privación Ilegitima de la Libertad» marcaron a fuego uno de los pilares de Serpentor: su posición contestataria contra el poder. Allí estaba el quinteto sobre un escenario imponente con tres pantallas, una de cada lado y otra en el medio. Imágenes de abusos de autoridad y represiones en manifestaciones populares.
‘Es un placer verlos nuevamente‘, grito Guillermo «Temo» Moreno en más de una ocasión. Y entre risas, alaridos y guiños con sus compañeros presentó temas como «El Carnicero«, flamante nuevo corte de Sacerdote del Horror, para pasar a «Final Sangriento«, «Sacerdote» y «Vomitando Odio.» Las intervenciones del cantante fueron escasas, pero justas. Como, por ejemplo, el momento más emotivo de la noche. La pandemia ha sido una tragedia inimaginable, pero si de tragedia se habla, las muertes son los golpes más duros. Promediando el show la pantalla reprodujo una imagen de dos artistas centrales de la cultura distorsionada argentina: Pil Trafa y Pato Larralde. Acto seguido, Serpentor entonó «Madre» a modo de dedicatoria para todas esas personas que ya no están en este plano.
Para cortar, llego el turno de Marcos Gianfrancesco. EL baterista se unió a la banda en 2016 y en un recital tan importante como este sedujo a las legiones con un medley de Metallica repasando sus clásicos. Cuando se piensa que los momentos de despliegue personal ya no forman parte de los show actuales, Gianfrancesco desenvuelve su arsenal e invita al público a corear y entretener.
‘Hace muchos años cuando el thrash se extinguía, nosotros saliamos a las patadas de un pogo violento, era la música que nos gustaba y llenaba el alma! En ese momento decidimos ir contra la corriente, jamás nos importó remar con mas fuerzas para llegar al objetivo. Grabar discos, girar, compartir shows con bandas que eran nuestros pilares, extranjeras y locales. Y seguíamos con los pies llenos de barro, con las botitas y los chupines desteñidos pero la frente en alto‘, publicó la banda horas después del show. Ese pogo que mencionaron fue representado en «Asesinos», en «Cerdos Sangrientos» – con mención especial a Ariel Panzini autor de Guerra, Justicia y Heavy Metal (2021)- nuevo tema en el que se luce Luis Medina (bajo) y «Mirar sin ver«.
Así como boomerang las imágenes de represión y abuso de autoridad volvieron a la pantalla principal al sonar «Militares Criminales» en denuncia frente a los hechos lamentables de la última dictadura cívica militar clerical argentina. Finalmente, con una banda y publico extasiado el final llego con «No me prediques.»
Serpentor añoró, como muchas otras bandas, llegar a un escenario como el de Obras. En dos décadas de vida paso de Cemento a Cromañon. Del Teatro Flores al Vorterix y Groove. Hasta llegó al Estadio de Velez Sarsfield y abrir para una leyenda viva como Iron Maiden. Bajo este contexto, los músicos agradecieron a cada una de las bandas que vio desde el escenario acompañando esta noche y a Plegarias por abrir el show. A la familia ‘por enseñarles a luchar por nuestros sueños’ y dejando en claro y motivando a las legiones que peleen por los suyos. Bajo este contexto el triunfo es colectivo y por eso, como dijo Jorge Moreno, una banda de barrio llego a Obras.
Cronista: Jonatan Dalinger