El denominado white metal es un subgénero tan controversial como todo el metal en sí. Nacido en los años setenta fue pasando de género en genero incluso llegar al black de la mano de Horde hasta el nü metal de P.O.D. Pero en los ochenta hubo uno banda que rompió todos los esquemas heavy hard rock bajo el nombre de Jesús: Stryper. Llevándose al mundo por delante lograron el éxito no solo por el sonido, sus letras sino por dar shows fuera de lo común. Hoy 30 años después de su nacimiento Stryper visitó nuestro país por tercera vez, y como si fuera poco con un disco nuevo bajo el brazo. Como bandas locales estuvieron invitadas Boanerges  e IAN.

Una vez abiertas las puertas del Teatro Vorterix rápidamente el público fue entrando al mismo ya que bandas de gran calibre se iban a estar presentando para reducir la espera de Stryper. En primer lugar salió Boanerges que tiene en sus líneas a Gabriela Sepúlveda (voz) Diego Vera (guitarra), Damián Guzman (guitarra), Marcelo Rodríguez (bajo) y a Esteban Castellano (batería). Show de primer nivel set conciso concreto con casi ningún problema de lo que vio puesto en escena. «Héroes en soledad», «Recobra el fuego» y «Salmo 96» fueron los puntos altos, con solos virtuosos y altos registros vocales. Con una gran lluvia de aplausos le dejaron el escenario a punto al mítico Mario Ian. El ex-Hellion salió a escena con su banda a las 20.15 horas para repasar sus dos trabajos de estudio. «Nuevo orden» y «No me desangrare» abrieron el listado de temas que prosiguió con «Héroes sin nombre». Lamentablemente para ese momento comenzaron los inconvenientes en la batería de Leo Dobao. A pesar de eso el sonido del show se mantuvo parejo. Ian sin duda es una de las mejores voces del metal argentino, y esto se apreció en temas como «Latinoamérica» y «Nunca dejare» en donde festejo sus 35 años en la escena. El cierre se dio con un clásico de su etapa por Rata Blanca allá por el año 1994 «Bajo control» del disco Entre el cielo y el infierno.

Ya estaba todo listo para que Michael Sweet, Robert Sweet, Tim Gaines y Oz Fox salgan al escenario sin embargo el show se retrasó unos diez minutos. Después de sacar varias fotos al público el stage manager invito a Mario nuevamente al escenario. El argentino nos comentó que por problemas en su voz Michael no iba a poder cantar pero que su lugar lo ocuparía Oz para así no cancelar el concierto. Respetada la profesional decisión del grupo unos minutos después, se apagaron las luces y la misa comenzó. Robert en el centro y de perfil elevado sobre una tarima de manera habitué, Tim a la izquierda y Oz a la derecha que a pesar del distinto registro vocal que lleva Oz tema como «Loud ‘N’ Clear» al comienzo del show confirmaba que todo iba a estar a la altura. Al Sr. Sweet se lo vio inquieto, dinámico y lamentado por lo ocurrido por los gajes del oficio. «The Rock That Makes Me Roll» es otro momento a destacar. Con reiteradas biblias lanzadas a los presentes llego el momento del primer cover de la noche «Shout it loud» de Kiss en donde se vio el primer pero no ultimo agite. Por tercera y última vez Ian iba a pisar las tablas del Vorterix. Esta vez para cantar junto a sus ídolos un clásico inoxidable: «Breaking the law» de Judas Priest. Los decibeles bajarían al tono de «Honestly», único tema donde Mike tomo el liderazgo a pesar de su problema vocal. Como si fuera poco y con mucho nerviosismo  Gabriela Sepúlveda  de Boanerges fue invitada para cantar el himno de los estadounidenses Soldiers Under Command. Con un atípico show Stryper pasó por Argentina por tercera vez demostrando como hace ya 30 años que el rock y cristo pueden convivir.

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Cobertura: Jonatan Dalinger
Fotografías: Leo Rocca