Eran las 17.15 horas del domingo 10 de abril y estaba en el andén de la estación de Tigre rumbo a Flores. No era un día más, ni un viaje más. Serpentor presentaba Sacerdote del Horror, su último disco, en el Teatro Flores por segundo día consecutivo. Es decir, tampoco era un show más.
Para el show en Obras del año pasado en donde oficializaron el lanzamiento del disco en cuestión y hacer un registro audiovisual del concierto dije que Serpentor lograba un hito histórico. Bajo esa misma premisa, rea firmo que las conquistas de los espacios ganados se logran a través del empuje colectivo. Una vez más con el apoyo de las legiones, el sello Icarus, los medios y las bandas del under con las cuales comparten ruta el thrash metal hizo vibrar las calles de la Capital Federal.
El siempre problemático transporte público impidió que llegara a tiempo para ver a Destructiva como primera banda en presentarse en el escenario del emblemático recinto de Av, Rivadavia. Y aquí hago una pausa: me parece inadmisible que un lugar ya histórico para el rock, el metal y la cultura en general no esté en condiciones óptimas para la asistencia de al menos 1000 personas. Si bien la acústica fue variando a lo lago de la tarde noche con altibajos, la comodidad es algo importante a la hora de decidir hacer una salida. Desniveles y baños que pierden agua, sucios, entre otras cosas y con los precios irrisorios de la barra es incoherencia total.
Ahora sí, en lo que concierte estrictamente a lo musical Fisión Nuclear otorgo un show correcto. No solo correcto, sino que también mostró humildad y agradecimiento por ser parte de la jornada. La propuesta es thrash, pero es un thrash más cercano a la nueva escuela con cambios de tempo que hacen variar las revoluciones de los temas. Luego, No Guerra se apodero del escenario para repasar tópicos tan vivos que son menester recordarlos. Desde el inicio con “Miles de almas sin paz” en alusión a los 30.000 desaparecidos de la última dictadura cívico clerical empresarial militar hasta la lucha de los pueblos originarios con “Weychan”.
Serpentor decidió hacer dos shows presentación de Sacerdote del Horror (2021). El primero lo unió con Privación Ilegitima de la libertad (2009) y el segundo con Poseído (2004). Al ser domingo presencie como los temas nuevos de una de las bandas más importantes y vigentes del thrash local ya son adoptados como clásicos: “Represión Violenta” y “Cerdos hambrientos”, son dos claros ejemplos. Entre ellas se mezclaron los clásicos de antaño como “Mirar sin ver”, “Demonios al acecho” y “Asesinos”. De esta manera, pueden pasar los años, pero Serpentor mantiene su posición contra los abusos de autoridad y represiones en manifestaciones populares, las injusticias y la explotación. También en su consciencia hay espacio para la memoria de personajes de la escena que partieron a mejor vida como los recientes casos de Gustavo Rubio y Gustavo Zavala. Y como si fuera poca, ceder el micrófono a Marcelo Perez Schneider de Presto Vivace para rememorar a los caídos y ex combatientes de Malvinas.
Aunque no todo haya sido 10 puntos durante el recital, hubo problemas técnicos varios de principio a fin que paso de volumen durante los temas, Temo sin micrófono y cambio de bajo, Serpentor y las bandas previas demostraron el alto nivel que atraviesa la escena pesada argentina. Que a pesar de los años y las dificultades, el esfuerzo y la perseverancia pueden dar resultados exitosos como este.
Cronista; Jonatan Dalinger
PH: Paula Andersen
