Entrevista a Gustavo Rowek: «Dejar un legado musical y que te reconozcan por tu música debe ser lo más gratificante»

Gustavo Rowek, baterista pionero de la música pesada argentina, da pie a la recreación de Entre el Cielo y el Infierno, el disco más pesado de una de las bandas más importantes del metal en español: Rata Blanca. Después del festejo por el 25° aniversario, giras, pandemia y pisando los 30°, Rowek afirma de cara al show en La Trastienda Club el próximo 25 de junio que uno de los motivos de iniciar este proyecto es que este es un disco que Rata no toca en vivo.

Si bien, Rowek, comenzó a tocar a los 16 años y su primera banda se llamo Sourmenage, no fue hasta «Luchando Por El Metal» en 1983 y «Un Paso Más En La Batalla» en 1985 que sentaría las bases del metal argentino. Al tiempo, pasaría a formar parte de Rata Blanca. Tiempo después haría la base de Nativo y finalmente un proyecto bajo su propio apellido, Rowek, con la que ya tiene tema nuevo y avecinan el festejo del decimo aniversario trunco debido a la pandemia para el próximo 16 de julio en Club Lucille, Palermo. Además, se da tiempo de tocar en War Pigs, un tributo a Black Sabbath. Ahora para Entre el Cielo y el infierno se junta con Ian, Javier Retamozo, Sergio Berdichevsky, Jose Velocet (Ian) y Walter Scasso (ex Logos).

¿Cómo se siente estar reinterpretando Entre el cielo y el infierno después de tanto tiempo?

Realmente nos sentimos muy bien, la verdad es que nos entendemos. Además con Mario ya habíamos hecho dos discos más, ya compartimos muchísimo produciendo el primer disco y ya participando el segundo. (NdR Ian – Latinoamérica / Nuevo Orden). Somos cuatro de los cinco vivos originales tocando un disco que claramente Rata no lo toca y eso fue lo que nos motivo a hacerlo. Si la banda lo estaría tocando, no tendría ningún sentido. No es un disco que Rata le haya dedicado mucho tiempo y es un disco muy importante. Para la gente es muy importante. Es un disco que no solo le gusta al fan de la banda, le gusta al fan del metal. Entonces, esto parte de las ganas de la gente de ver y escuchar esta obra y por ende, nos motivo  juntarnos, tributarlo, homenajearlo, llámalo como quieras. Simplemente nos junto el espíritu de hacer algo juntos y regalarle eso a la gente.

Entre el Cielo y el Infierno (1994) fue el cuarto disco de estudio de Rata Blanca. Fue lanzado por BMG y grabado en los estudios La Nave de Madrid y presentado en una gira latinoamericana. Incluso, la banda llego a formar parte del Monster of Rock de San Pablo (Brasil) compartiendo escenario con Ozzy Osbourne, Megadeth y Alice Cooper, entre otros, y generaron un importante croossover en América y Europa.  “Steve Harris tiene un pub en Portugal. Una vez íbamos a tocar cerca de ahí y fuimos a conocer el lugar. Él no estaba, pero si el iluminador de Iron Maiden con Blaze Bayley y contamos quiénes éramos y le dejamos el disco. No nos dieron mucha bola. Al otro día 15 minutos antes del show viene el manager con el iluminador y Blaze que quieren venir y hacer las luces”, cuenta entre risas el baterista.

El disco en cuestión marcó un antes y un después en cuanto al sonido de Rata Blanca. Sin dudas, es el disco más pesado de la banda tomando como ejemplo temas como “Bajo Control”, “Jerusalem” y “S.I.D.A”. Por otra parte, también marco un hito en la historia del grupo ya que por primera vez las composiciones serían de forma compartida.

Si bien ya pasaron muchos años ¿Cómo fue componer este disco?

Convengamos que este disco viene acompañado de un profundo cambio musical en la escena, en lo estético. Es un disco que la mitad de la composición la hicimos nosotros que ya de por si tenemos una composición más pesada y lo que salió fue una cosa muy importante que influencio a muchísimas bandas. Nosotros le planteamos a Walter (Giardino) que hacía falta hacer ese paso y obviamente él estuvo de acuerdo de hacerlo si no hubiese sido imposible. Y siempre digo que el resultado fue el disco más terrenal de Rata. Fue grabado en una gira de cinco meses de duración: de lunes a jueves nos metíamos en el estudio de grabación y de jueves a domingo nos íbamos a tocar por toda España, Portugal, Estados Unidos, Brasil. Todo ese clima hizo que comulgáramos bastante y salieran esas composiciones hermosas que salieron. De por sí, el cambio se venía insinuando en el disco anterior, El Libro Oculto, que de hecho ambos discos fueron grabados entre giras enormes. Fue todo una locura. Cuando grabamos El Libro Oculto (1993) volvimos, lo presentamos y Adrián (Barilari) se fue. Entonces, ahí entro Mario y toda la gira presentación la hizo él y por eso en el show de La Trastienda también hacemos temas de ese disco. Retomar El libro oculto es tan glorioso como Entre el cielo y el infierno porque ahí es donde se abrió la composición. Es un EP, un disco y ya es otra cosa. Ojo que cuando otra cosa, la otra etapa es gloriosa también. De hecho, la etapa más gloriosa es la primera. Lo que pasa es que acá para nosotros es mucho más gratificante el hecho de poder componer que estaba muy complicado.

¿Por qué crees que Rata Blanca no toca nada en vivo de Entre el cielo y el infierno?

Yo calculo que a Walter no le debe muchas este disco en donde se compartió mucho las composiciones, se abrió mucho el juego. Hubo mucha presión para que eso suceda. Capaz le gusta más la etapa donde él fue compositor absoluto y tenía un dominio absoluto de la banda. Calculo que debe pasar por ahí o por un tema musical no más que eso.

Con respecto al show de La Trastienda ¿Cómo se preparan?

A nosotros no nos gusta llegar re quemados de ensayo. Primero que somos tipos que estamos en actividad constante, estamos todo el tiempo tocando. Si no es con Entre el cielo y el infierno, es con Rowek, o con War Pigs, o dando clases. Entonces, nos juntamos, ensayamos y tocamos, no damos vuelta con eso. Es algo que hacemos con mucho gusto y placer, no nos cuesta. Lo que si te puedo contar es que las puertas las abren a las 23.30 y primero toca una banda buenísima, muy recomendable, que se llama Karkaman. Además, el lugar: La Trastienda, es un lugar que invita a hacer un buen show. Muchas ganas, muchas expectativas. Yo creo que solamente el hecho de ser tres años que no tocamos en Capital Federal va a hacer que la comunión con los fans sea gloriosa. La verdad es que cada fecha de Entre el cielo y el infierno, la gente es show aparte. Además, ves padres con hijos. Es muy emocionante ver a los padres con los hijos compartiendo ese momento que no se dio tanto en la música y se disfruta mucho arriba y abajo del escenario. Ahí está lo lindo, en la variedad está el gusto”

¿Planes a futuro?

Salió algo muy lindo que vamos a compartir con la gente para darle continuidad a este proyecto y que no sea solamente festejar ese maravilloso disco. Tenemos un tema nuevo que suena a Entre el cielo y el infierno 2022: una canción pesada, como siempre, que respeta la melodía. Muy cancionera. Queremos hacer sonar bien la canción nueva, por ahí estamos más atados a eso que al show que sale de memoria.

Mencionaste el tema generacional ¿Cómo se proyecta eso en vos y tu familia?

Mi hija es fotógrafa, ahora está afuera, pero muchas veces ella hace las fotos y estar tocando y que ella este sacando fotos son muchos sentimientos juntos. Igualmente nosotros somos como una familia son muchos años laburando juntos, mucha historia.

¿Te pones a pensar en tu trayectoria?

La verdad es que no soy un tipo muy nostálgico que piensa que todo tiempo pasado fue mejor más bien como Spinetta que mañana es mejor, pero a uno no le deja causar mucho placer que te estén diciendo continuamente que sos su referente, que gracias a vos están en la música o que gracias a una letra superaron o ayudaste a superar un momento. O simplemente capo, genio. La gente te expresa su cariño todo el tiempo y como músico es muy grafíticamente. Creo que si le preguntas a un músico ¿Qué es lo que quiere? Yo calculo que si no todos, la gran mayoría, te va a decir que es permanecer en el tiempo, dejar un legado más allá de todo lo demás, que el día de mañana escuchen tu música y digan que buen músico. Una vez vi un documental que mostraba como la música iba avanzando y terminaba con el cantante con el cantante de Madness y una nena chiquita y él le pregunta si conoce Madness a lo que ella dice que no. Entonces, la mira y le canta “Our house” y ella lo mira y baila. Él mira la cámara y dice: “la música nunca falla” Es grosísimo eso. Dejar un legado musical y que te reconozcan por tu música debe ser lo más gratificante. Nosotros acá estamos así que se puede. A nosotros nadie nos abrió las puertas, las pateamos. Sin dudas, Rata fue pionera junto a otras, pero hablando de metal Rata Blanca es la banda hispanoparlante más grande y llevó su música a todos lados.

Entre el cielo y el infierno se presenta el 25 de junio en La Trastienda Club a partir de las 23.30 horas.

Cronista: Jonatan Dalinger























 

 

 

 

 

 

 

 

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