La bestia de negro en Argentina. Beast In Black y Beto Vazquez Infinity – El Teatrito (15-10-2022)

Desde que Santana diera tres recitales en octubre de 1973 y abriera la escena rockera argentina a las visitas internacionales, el público argento ha forjado una relación especial con un grupo selecto de bandas. Los ejemplos clásicos son Die Toten Hosen, Megadeth, Ramones (y, por extensión, Marky Ramone) y los Rolling Stones, a juzgar no sólo por la cantidad de recitales que dieron sino también por la enorme expectativa que cada nueva visita genera. En un escalón más abajo podría entrar Nightwish – justamente con un show programado para un el día después – que no tendrá la cantidad de visitas de los anteriores pero es innegable que nueve recitales en 22 años es más que respetable si le sumamos el factor “expectativas”, y Tarja Turunen como solista no sólo tiene casi 40 recitales sino también variedad de lugares. Y no es por hacer futurología, pero no me sorprendería que Beast In Black lleguen a meterse en la lista.

La banda local Beto Vazquez Infinity se encargo de calentar los motores. Este proyecto multitudinario liderado por el ex bajista de Nepal debe ser de las bandas argentinas de metal con la visión más puesta en el mercado internacional, algo que va más allá de tener las letras en inglés, y eso es algo que logran pasar al contexto en vivo.

El quinteto hizo un repaso de su extensa discografía, poniendo énfasis en su último trabajo Mental Asylum (2021) con tracks como “Faster Than You” y la cambiante “Sto-Vo-Kor” (donde la banda pidió al público que cantara el estribillo), pero también pasando por otros de sus trabajos. No hay tanto que se pueda hacer en un tiempo tan acotado, pero el grupo hizo lo mejor con lo que tenía, incluso mechando un cover de “Eagle Fly Free” de Helloween, que más allá de los teclados demasiado prominentes salió más que aprobado.

Tan solo media hora después, y para ser preciso a las 21:12, «(We are the Priests! Of the Temples of Syrinx!)» apareció en el fondo la portada de Dark Connection, el último álbum de Beast In Black, y los finlandeses salieron al acotado escenario del Teatrito para dar paso a “Blade Runner”, canción que también da comienzo al álbum. Ese inicio tuvo a los guitarristas Anton Kabanen y Kasperi Heikkinen, junto al bajista húngaro Máté Molnár, en una coreografía sincronizada con sus instrumentos, ya así dándole la bienvenida al cantante Yannis Papadopoulos

El campo del Teatrito estalló en la marea de pogo que ese inicio se merece, algo que se convirtió en una marea de baile cuando pasaron a “From Hell With Love”, canción que da título a su álbum de 2019. La manera en la que muchos se movían al ritmo de este eslabón perdido entre el power metal y el pop bailable de los ochentas demuestra que cualquiera tiene el baile en la sangre, y es llamativo cómo Beast In Black lograron no sólo encontrar ese punto medio, sino seguir sonando como una banda de metal entre las baterías plásticas y las capas de teclados, algo que se confirma al verlos en vivo. Mención especial para el baterista Atte Palokangas, quien visualmente parecerá más un miembro de los setentas de Kansas pero es una pieza fundamental al momento de mantener ese sonido bailable en las canciones.

En sus primeras palabras para el público, Papadopoulos mencionó a todos que habían venido directamente desde Europa para tocar en Argentina y traernos “verdadero metal”, un término muy particular viniendo de una banda que resultó ser muy buena para hacer una mezcla de estilos que en otra época les hubiera valido la crucifixión por parte de los medios metaleros. Por suerte, ese discurso se dio antes de continuar con la mismísima “Beast In Black”, primera canción de su debut Berserker que demuestra que el grupo tiene bien en claro sus orígenes pesados. Como contrapunto la siguieron con “Highway To Mars”, otra explosión de teclados del último álbum y un doblete que demuestra que hasta cierto punto los Beast In Black estarán más que conscientes de esa contradicción.

“Cry Out For A Hero” se llevó como respuesta otro pogo brutal por parte del público, que al término comenzó a corear el nombre de Yannis, a lo que el griego (por si no captaron su origen por el nombre) respondió haciendo un saludo al público femenino y mencionando que “le habían contado que las mujeres argentinas eran hermosas” antes de dar paso a “Bella Donna”, otro número bailable que convirtió por unos minutos al Teatrito en un boliche lleno de gente con remeras de Maiden y Helloween. Luego de que “Unlimited Sin” terminara con la gente al coro de “¡Pelado! ¡Pelado!” dedicado al cantante, Papadopoulos pidió a todos que hicieran luz con las pantallas de los celulares para lo que terminaría siendo “Ghost In The Rain”, una de esas baladas ochentosas que le vienen como anillo al dedo a esta banda. 

Después de recibir su segunda bolsa de regalos de la noche (la primera que pude ver que el contenido era un dulce de leche, aunque Yannis dijo que eran drogas), el cantante griego volvió a agradecer a toda la gente, destacando que este fuera el primer recital de Beast In Black en Argentina como banda principal y ya hubieran vendido todas las entradas, haciendo la clásica de prometer que el grupo volvería, ya en un lugar más, y siguieron esa promesa con “The Fifth Angel”.

“Sweet True Lies”, con su pesado inicio de batería, y “Hardcore” continuaron con la carnicería, además de tener a Yannis mencionando lo asombrado que estaba de que el típico canto argentino de “Olé Olé Olé” fuera tan parecido al de la hinchada del PAOK, el equipo de fútbol de Tesalónica, su ciudad de origen.  

Lo de Beast In Black no es para todo el mundo, sobre todo para aquellos cuya definición de “heavy metal” sea un tanto acotada. Pero hay algo en la propuesta de estos finlandeses que da justo en el clavo cuando logra llegarle a un público: cualquiera sea la opinión sobre las canciones, ciertamente ninguna te deja indiferente. 

Cronista: Martin Cirilo (Cortesía Track To Hell)
Fotógrafa: Martes Rubí























 

 

 

 

 

 

 

 

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