
El pasado 23 de noviembre se llevo a cabo el Death Alliance Tour III, que como motivo principal tuvo la celebración del aniversario número 30 de Blessed are Sick, uno de los mejores, sino el mejor, trabajo de Morbid Angel. Bajo el lema de mantener el legado de Morbid vivo, David Vincent y Pete Sandoval, históricos personajes dentro de Morbid Angel, Terrorizer y de la escena del death metal y metal extremo en general, se embarcaron en el proyecto de I am Morbid , que además cuenta con Bill Hudson y Richie Brown en guitarras. Además de I am Morbid, y como para sumar peso histórico, The Troops of Doom formó parte del cartel; banda brasilera formada por Jairo «Tormentor» Guedz, quien supo participar de los primeros trabajos de Sepultura: Bestial Devastation (1985) y Morbid Visions (1986). Las bandas nacionales fueron nada mas y nada menos que Avernal y Boodfiend.
Con una puntualidad rigurosa, Bloodfiend se presentaba en vivo después de 3 años. La novedad fue su nuevo integrante, aunque conocido por todos: Fede Ramos en una de las guitarras. Así, la formación de la banda la completan Gabriel «El Podrido» Lupi en la voz, Walter Thompson en la otra guitarra, Fernando Larriestra en el bajo y Gustavo Quiroga en la batería. Con un repaso de sus diferentes trabajos, Bloodfiend dio cátedra del death metal simple y directo, que como sabe ser la vieja escuela, es por demás efectivo. «Graveyard Fog» de su último disco Creature of the Catacombs, «Rising from the Grave» de Under the Evil Command o «Rotten Perished» del demo debut Revolting Death fueron algunos de los temas que tocaron y como para agitar a los presentes, su versión de «Supposed to Rot» de Entombed. Por su parte, Avernal salió a escena para dar una descarga violenta, breve, pero sumamente eficaz. Una gran cantidad de gente decía presente, incluso para la banda anterior. Así es que Avernal en poco mas de 25 minutos deleitó al público, mayoritariamente presentando temas de sus últimos dos discos La Quimera de la Perfección (2016) y Tzompantli (2020). «Mediador» y «Habitante de Cadáveres» del disco del 2016, e «Hilera de cráneos», «El Ungido» y «Carne para la Bestia» de su más reciente lanzamiento.
The Troops of Doom despertaba gran interés, por su peso histórico, por la nostalgia de escuchar temas pioneros en el género extremo, tocado por uno de sus inventores, y además claro, por su propuesta mas acá en el tiempo. La banda sacó un un EP en el 2020, otro en el 2021 y un disco, su debut, este año titulado Antichrist Reborn. Un death/thrash violento sacudió el recinto, empezando con «Act I – The Devil’s Tail», «Between the Devil and the Deep Blue Sea» y «Altar of Delusion», pertenecientes a sus EPs y a su disco debut respectivamente. Luego del arranque furioso, la guitarra de Jairo Guedz sufrió un desperfecto en el sonido, motivo por el cual el show se vio unos minutos interrumpido. Lejos se enfriarse el show, el público comenzó a arengar al son de «Jairo Jairo», obteniendo gestos de agradecimientos de su parte. El show continuó, con algún equipo cambiado, como si nada hubiera pasado y la distorsión copó de nuevo el lugar. Ya para el final se pudieron escuchar lo que tantos estábamos esperando: los temas de Sepultura. Ronda, pogo y puños en alto para «Morbid Visions» y la que le da nombre a la banda, «Troops of Doom» que fue la más festejada del repertorio.
Una vez despejado el escenario de los instrumentos de la banda previa, se pudo ver la batería de Pete Sandoval, y la ansiedad por ver a semejante exponente del género empezaba a aumentar. En el caso de I am Morbid, todo es pura nostalgia y vieja escuela. Es el death metal que dio inicio al death metal, con dos de sus máximos exponentes a la cabeza. Si bien se festejaba los 30 años de Blessed are the Sick, el repertorio fue en realidad, un festejo a lo que fue (mientras Vincent y Sandoval estuvieron) Morbid Angel. El inicio del show, y su consecuente progreso, se dio con clásico tras clásico. Primero «Immortal Rites» seguido de «Fall from Grace». Delirio de la gente y agite constante. El sonido fue superlativo. No son muchas las veces donde a uno le llama la atención el sonido como algo positivo, pero en el caso de I am Morbid, realmente no hubo puntos flojos sino todo lo contrario. Vincent se mostró de muy buen humor, interactuando con el público y hasta pidiendo disculpas (exageradamente) por no haber venido antes, siendo que la última visita había sido en el 2018. Luego de mencionar que Blessed are the Sick cumplía 30 años, lógicamente tocaron el tema homónimo, seguido de un triplete de otro de los grandes discos de Morbid Angel Covenant: «Rapture», «Pain Divine» y «Sworn to the Black». Momento de público argentino cantando por la banda, seguido de Vincent arengando por Argentina, seguido de Sandoval haciendo una base rítmica y terminando con el público cantando por Sandoval. El clima era de festejo total, alegría y diversión, tanto arriba del escenario como abajo del mismo. Una joya nose si esperada o inesperada en la mayoría de la gente, fue «Dead Shall Rise» de Terrorizer, banda importante dentro del death grindcore, fundada por Vincent y Sandoval a fines de los 80s. Ya llegando al final, el clásico «Maze of Tormente» fue de los mas festejados. Representando al disco del año 1995 Domination, «Dominate» primero, y casi que enganchada «Where the Slime Live» se llevó uno de los momentos de la noche, en donde casi la totalidad de las cabezas se podían ver moverse de manera coreográfica al ritmo lento de los riffs. Luego de la presentación de la banda, y de nuevos agradecimientos, I am Morbid se despidió con «God of Emptiness» y «World of Shit (The Promised Land)». Antes de retirarse del escenario, Pete Sandoval tomó la palabra para agradecer y para desearle buena suerte a Argentina en el mundial.
Unas bestias del death metal como los son Vincent y Sandoval nos visitaron una vez mas y dejaron en claro por qué lograron lo que lograron y que siguen en esta misión de mantener el espíritu mórbido de aquel ángel que supieron crear hace poco mas de 30 años.
Cronista: Juan Cordiviola
PH: Cuervo Deth
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