Volvió a a suceder, volvimos a encontrarnos. Barilohiren – Teatro Vorterix (29-12-2022)

No sé si podría decir que era impensado, pero que fue una grata sorpresa el anuncio de Barilorihen en el Teatro Vorterix lo fue. Cuando se refleja la camaradería, la amistad, la admiración y, no por menos, las ganas de pasarla bien, entre ambas colegas, no hay mucho más que agregar. El show en Colegiales como cierre de año fue eso.

Es 29 de diciembre de 2022. Son las 19 horas y estoy parado en frente del Teatro. Las puertas están cerradas. Hay fila y en ella conversaciones varias sobre que canciones son las que se quieren escuchar y como estos fanáticos llegan a fin de año. Por mi parte, me encuentro con un colega, un amigo. Intercambiamos opiniones el año que se va y lo que depara este posible último show. Cervezas van, cervezas vienen los muchachos se entretienen. De repente, se distingue un riff de Riff de fondo.

Barto – a.k.a Emiliano Bartolucci – tiene como padrino a artístico a nada más ni nada menos que Adrián Barilari. Es el encargado de abrir el show. Ahí está pasando de Riff a temas propios para llegar al clímax con «El Témpano» de Juan Carlos Baglietto bajo tonalidades más pesadas que la original. Nuevamente, la sorpresa a la orden del día.

Sin darme cuenta, Barilari está por salir al escenario. Un puñado de canciones de canciones variadas reflejaría su basta trayectoria. De lo más nuevo a lo más viejo. De los últimos hits, a los clásicos de ayer y hoy. «Infierock» para mantener viva la llama y «Trae tu amor» para no dejar de lado el gancho hard rock con tintes románticos. Sobre el escenario, Adrian se desenvuelve como pocos. Gira sobre se eje y se mueve apoyándose en Julián y Pit Barret, los hermanos assperianos que lo acompañan desde hace casi 20 años.  Por sobre todo, el cantante de Rata Blanca se distingue entre un proyecto y el otro el carisma es intacto sea cual sea el público que tenga en frente y el tamaño de su escenario. El disfrute es latente entre sonrisas, bailes y palabras de agradecimientos.

Cuando Lorihen decide salir al escenario, lo hace con «War Pigs» de Black Sabbath como intro y ya con telón abierto, «Bajo la cruz» da inicio al show.  Acto seguido, «Aún sigo latiendo». La vara es alta y la gente salta y canta. El calor domina y las cervezas inundan las gargantas alteradas por la euforia. Además de tratarse del último show del año y de tener un gusto especial por compartirlo con Barilari, la adrenalina futbolística sigue marcando la cancha. La arenga por haber ganado el mundial no cesa. La banda acompaña. El festejo perdura. No se lo puedo explicar porque no se va a entender. Como si los festejos fueran pocos, Julian Barret su subió el escenario para tocar «El último eclipse» y, también con Adrián, en «El Viaje» y el himno de Lorihen «Vida Eterna».

Cronista: Jonatan Dalinger
PH: Mastermind























 

 

 

 

 

 

 

 

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