Pasó más de una década desde que Whiplash pasó por nuestro país para que el pasado 17 de mayo Argentina vuelva a tener revancha. El mítico grupo encabezado por Tony Portaro decidió darse una vuelta por toda latinoamérica en el marco del tour Power and Warfare donde festejan 35 años de banda compartiendo escenario con unos invitados de lujo como Perpetual Warfare quienes desde Colombia nos trajeron su thrash metal veloz y rabioso. La fecha tuvo lugar en Uniclub y los escoltas de la ceremonia fueron 3 bandas nacionales de alto calibre, se trató de Feel the Knife, Pucará y Frantic.
Pasadas las 19 hs se abrió la velada de la mano de Feel the Knife que dieron la bienvenida y empezaron a amenizar el ambiente para que se vaya poniendo cálido. Después llegó el turno de los muchachos de Pucará quienes pese a algunos problemas técnicos pudieron dar un show efectivo, filoso y potente, algo a lo que ya nos tienen acostumbrados. La sangre más joven llegó cuando Frantic salió al escenario para un público que ya estaba aclimatado, con ganas de poguear y correr pidiendo mas y más. Los invitados Perpetual Warfare sintieron la calidez de los argentinos cada vez que se cantaba algún estribillo y se le ponía fuerza y velocidad al mosh. Pasada toda esta antesala ya se sentía en el aire la impaciencia así que pasadas las 22 hs y con la gente totalmente sacada salió al escenario Whiplash para que Portaro salude al público de manera breve y de inicio la locura de la mano de «Last Man Alive.» La misma abrió la ronda para que los americanos volvieran a marcar un nuevo capítulo de thrash metal en nuestro país ante un local repleto. Inmediatamente siguió «Killing on Monroe Street» sin dar descanso alguno entre todo lo que venía pasando. Atlanta comenzó a arder con «The burning of Atlanta» con una demencia y un Whiplash totalmente afilado y preciso en el escenario.
Portaro saludo al publico y presento a los compañeros de banda Charlie Z en batería y Will Winton en bajo quien se mostró muy conversador con el público arengando y tirando buena onda siempre. La noche siguió y pasaron más joyas tales como «Walk the Plank» , «This» y «Spiral of Violence» entre otras. Durante toda la noche se mantuvo un clima bastante fervoroso con una banda potente que no dejó decaer el show en ningún momento y siempre mostrándose receptiva al cariño de los fans los cuales en un momento de la noche le entregaron a Winton una camiseta de Argentina la cual recibió con asombro y gusto la cual quedó colgado en el cabezal del bajo durante el resto del show. Para el final llegaron los platos fuertes cuando Portano pregunto al publico si quieren algo del clásico disco «Power and Pain» y ante la obvia respuesta de la audiencia sonó «Red Bomb» y «Spit on your Grave» pero el final definitivo no podía ser con otro clásico más que con «Power Thrashing Death» para cerrar la noche perfecta con una banda que deja claro que ya sean 10, 20 o 35 años siguen siendo nada porque la chispa y la energía siguen intactas.
Se prenden las luces y la banda no se retira sino que se queda en el escenario con los fans firmando entradas y discos, mostrando que más allá de músicos son grandes seres humanos al tener gestos así con el público y quizá uno de los puntos altos de la noche lo dio el bajista Will Winton cuando finalizado el show procedió a ponerse la camiseta de la selección Argentina robando todas las miradas, respetos y halagos de los presentes. Sin dudas Whiplash pasó y dejó una gran marca en todos los niveles posibles, la espera valió la pena porque nos queda claro que el metal está muy lejos de pasar de moda y mucho más lejos de morir y es gracias a bandas como esta.
Cronista: Fernanado Gonzalez
PH: Sabbra Cadabra
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