Sinister es una banda que viene dando catedra de death metal desde 1988 y cuenta con 14 álbumes de estudio. Los oriundos de Países Bajos siempre supieron encarar su música con la brutalidad en estos 30 años en los que nunca bajaron la vara y con motivo de festejar estas tres décadas planearon un tour el cual los trajo por Latinoamérica y más precisamente a nuestro país. La cita fue en Gier el pasado 9 de septiembre con invitados de lujo para preparar la noche.
Cerca de las 19 las puertas se abrieron las puertas para que ingresen los comensales para que unos minutos después salgan los chicos de Envelopped mostrando que tienen su lugar bien ganado en la música. Luego fue el turno de los chicos de Fibroma, otros que vienen dando que hablar en varios shows. Pasado este show fue el turno de los invitados de Chile, los chicos de Overtoun que pasaron con su mezcla de thrash y death muy efectiva. El cierre de la primer parte fue a cargo de los muchachos de Dislepsia que a pesar de las complicaciones técnicas dieron un show muy completo y efectivo. Ahora si cerca de las 21:30 fue el turno del plato fuerte, Sinister salió a escena y arrancó con “The Malicious” y pegado sonó “Transilvania”. Los clásicos de todos los tiempos de la banda pasaron por esa noche así fue cómo sonaron “Blood Ecstasy”, “Convulsion of Christ”, “Epoch of Denial” y si bien su frontman, Aad Kloosterwaard, no estuvo muy comunicativo en lo verbal con el público, sí lo estuvo en lo musical porque vieron que el público reaccionaba con locura a cada canción.
Para el final de la noche llegaron “The Science of Prophecy”, “Masquerade of an Angel”, “Afterburner” y “The Carnage Ending” y a esta altura no había un momento bajo en toda la noche para que la banda se sienta más que cómoda . Después de un breve cierre y salida de la banda fue el turno de los bises así que fue el turno de “Unheavenly Domain” , “Deformation of The Holy Real” y el gran cierre con “Funeral March” digno de un recital de una banda de este calibre.
Un saludo de despedida, una foto y un abrazo simbólico del pueblo argentino pusieron fin al show de Sinister. Así pasó una vez más por nuestro país Sinister demostrando que 30 años y los años que vengan nunca van a ser nada porque la música es eterna y esa noche lo dejó claro porque tuvo de todo: pelos al viento, cuernos en alto y mucho pogo. Las puertas se abrieron y solo hubo charla y buena onda entre los presentes para adornar una noche de muerte y metal perfecta.
Cronista: Fernando González
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