
La última vez que Blind Guardian estuvo de visita por la Argentina, fue para presentar Beyond The Red Mirror. Ocho años después, los alemanes volvieron al Teatro Flores esta vez para presentar The God Machine flamante último disco que los reinventa después de un flaco álbum conjunto con Twilight Orchestra: Legacy of the Darks Lands.
Los actos principales estuvieron a cargo de dos legendarios del power metal local. Primero fue el turno de Beto Vazquez Infinity que acomodo su set para interpretar canciones de su etapa power y orquestal. La potencia de lo ecléctico del proyecto es el punto fuerte a destacar: las múltiples personalidades de la banda. Azeroth, sin embargo, proyecta un power metal clásico a pura cabalgata. A su paso, tomó prestados coros y puños en alto de la gran asistencia en los primeras horas del evento. El heavy tiene con que y el público acompaña.
De más esta decir que la historia de Blind Guardian y el país data de 1998. Luego, tuvo que pasar una década, pero por problemas ajenos a ellos y a la productora local no pudieron realizar el concierto en Obras dejando a todos estupefactos en la puerta del estadio. Finalmente, el 2011 se dio el debido regreso y para culminar, en 2015. La aclaración es valida porque cada uno de los asistentes a este concierto de Guardian coreo como si se tratara de la primera visita. El sorpresivo inició con el clásico «Imagination from the other side» dio en la tecla para desactivar la adrenalina. Ni Hansi Kürsch (voces), ni André Olbrich y Marcus Siepen (guitarras), ni por menos Frederik Ehmke (batería) pudieron entender la euforia. El siempre presente cantico festivo de cancha acaparó a la banda a tan solo siete minutos de haber comenzado el show y no iba a cesar durante las casi dos horas que iba a durar.
Sin ánimos de quedarse en el pasado, del nuevo disco sonaron temas «Blood of the elves», «Secrets of the american Gods» y «Violents shadows.» Indudablemente, lo más festejado por los argentinos fueron los temas de antaño e incluso la incesante demanda popular por «Welcome to dying.» Al show no le falto nada, ni siquiera la elección de otras canciones. Cada visita representa un repertorio, una selección de cada etapa. «Nightfall» es infaltable en el set y en el mismo Hansi demuestra porque es uno de los mejores cantantes del genero. Y también porque es un frontman de grueso calibre cuando invitó a corear «Time Stand Still (At The Iron Hill).»
Las perlas de la noche fueron al momento de «Skalds and shadows» con baile del medioevo incluido en vez del pogo que domino la noche; al igual que «The Bard Song» sumado a un público cantando de principio a fin. También el primer regalo: «Lord of the rings» que no estaba incluido en el setlist que circulo previamente al show. Seguido, finalmente, «Welcome to dying.» El cierre se vio envuelvo a viva voz con «Valhalla», «Mirror Mirror» y un último presente «The Quest for Tanelorm.»
Sin dudas, los clamores populares son inexplicables. El de Argentina por Blind Guardian es uno de ellos. Un tumulto de personas del fin del mundo juntándose para bailar canciones de hobbits, enanos y hombres; y elfos.
Cronista: Jonatan Dalinger
PH: Leticia Villalba
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