El pasado 18 de noviembre de 2023 se vivió un fenómeno psicodélico de gran magnitud de la mano de tres exponentes que fiel a su diversidad de estilos lograron romper la quietud del sábado pre ballotage presidencial. Las bandas encargadas de llevar alegría al público fueron Prototipo, Kalatu Alma y Vinociraptor en Casa Rincon.

Prototipo se podría definir como una voz poderosa e intensa que sumerge en un universo psicodelico y steampunk. Cuando se corrió el telón los efectos audiovisuales que emergieron del escenario nos abdujo a un universo desconocido, una mezcla de riffs pesados y contundentes con cambios de ritmo sorpresivos y sonidos rozando el stoner doom metal. Sabrina (voz) fue la encargada de hacernos naufragar en las aguas psicodelicas que reinaron para ese entonces. Luego, en un estribillo de un setlist se atrevieron a incluir el recordado comienzo de la canción «Holy Diver» del procer Ronnie James Dio. Además, el público ante golpe de batería agitaba sus cabezas como si no pudiesen dominar su cuerpo y las propias notas de los musicos se apoderaron de los espectadores. En el momento de la despedida hubo una barricada imaginaria a modo de gritos de guerra pidiendo que sigan una más.

Oriundos de Quilmes, Kalatu Alma se presentó con la premisa de interpretar su segundo trabajo discográfico llamado Kalatu Alma ll. Muchísima gente que vino expectante a escuchar el trabajo de Manuel Galiñanes en la batería y voz y Manuel Gozalvez en la guitarra y voz fueron los encargados de cautivar nuestros oídos mezclando distintos estilos y animándose a explorar nuevos sonidos. Pablo Buscarons en el bajo también aportó su cuota intensa y enérgica. Con respecto a su performance también tocaron temas de su primer trabajo discográfico. Sin dudas lograron crear una atmósfera cambiante donde de a ratos se convirtió en una atmósfera enérgica donde el público se atrevió a saltar y empujarse entre sí y por momentos esa misma atmósfera se transformó en una pacifica con energías con intensidad baja como si de pronto nos perdiéramos en un túnel obscuro sin salida. Sin dudas, un arcón de diversidad de estilos.

Vinociraptor  se presentó en el escenario como un fósil viviente y a puro rock and roll devoró de un bocado a todos los presentes. Es un monstruo rockero del cretácico que devoró a su publico y que además para digerirlo, lo hizo con una copa de vino mediante. La explicación de esto es que en sus visuales de fondo se mostraba a un velociraptor con una copa de vino en sus garras. Las instancias de este show fueron dominada por Marina Splaukas (voz y bajo) que arengó fervientemente al público que colmó en su totalidad el recinto. El show fue muy descontracturado ya que cada tema se lo nombraba con un número o «No sé cual es» o » el que ya saben» provocando una risa constante en el público que ante cada riff atronador se atrevió a pogear hasta más no poder. También Marina tomó un instante la palabra y dedicó un tema a los trabajadores que día a día la están peleando e interpretaron «Trabajador Esclavo» . La noche continuó su rumbo y el agite era impresionante, pero en Casa Rincón las agujas del reloj se detuvieron y el tiempo nunca pasaba, el motivo fue que Vinociraptor hizo un show demoledor. La gente cada vez pedía que no se vayan y hicieron un par de temas más para calmar a la fieras que estuvieron con sed de rock.

Fue una tarde-noche del sábado en la cual ingrese a un mundo desconocido, donde las melodías giraron en torno a la psicodelia reinante del ambiente.