
LUCHA DE GIGANTES. Mastodon & Gojira – Movistar Arena (17-11-2023)
Se hizo justicia. El Mega – Monsters Tour logro lo cometido. El objetivo es mantener al metal en las grandes ligas, en las grandes arenas, llenando estadios o micro estadios. En este caso, Gojira con su sonido death metal, pero con letras que hablan de ballenas y el cambio climático como problemática mundial inminente más Mastodon con hard soft rock stoner psicodélico conglomeraron un aproximado de 13 mil personas en el Movistar Arena. Como potencia local, Against logro incentivar al público a que ingrese temprano y se estimulo con musical local.La expectativa era grande. El clima era especial. El tiempo inestable. Las dos potencias más fuertes del metal internacional arribaron juntos por segunda vez juntos a nuestro país. En la primera oportunidad, el acto fue abierto por los franceses para luego dar paso a los de estadounidenses. Esta vez fue a la inversa y la reivindicación de Mastodon marcaba el puntapié inicial. Una hora y diez minutos fueron suficientes para que la banda de finalmente un show al nivel que se merece. La voz de Brent Hinds fue audible en cada una de sus intervenciones. Además, estuvo cerca del vallado en más de una ocasión. Por su parte, Bill Kelliher (guitarra) impresiono con su flexibilidad al llevar su guitarra al ras del piso mientras se abría de piernas. Troy Sanders (bajo y voz) mejor posicionado que Brann Dailor (batería y voz) estuvo al frente durante todo el show. Dailor estuvo bien, pero la voz tan retocada hizo que pierda naturalidad algo meramente subjetivo por quien escribe.
El repaso abarco todos los discos. El recorrido inició con los ocho minutos y medio de «Globbers of Dregs» del reciente Hushed and Grim (2021). Inmediatamente, la baja reivindico sus perfomances anteriores. Queda preguntarse el motivo de porque el debut local en el festival Maquinaria Fest 2013 a plena luz del día no estuvo a la altura de las circunstancias o porque en el segundo round en el Teatro Flores, también con Gojira, el sonido fue pésimo. Esta vez, además de estar en unos de las mejores salas por disposición y sonido, el show fue impactante. Las visuales lisérgicas acompañaron «Megalodon», «Sultan Curse», «The Czar», «High Road» y «More Than I Can Shew», entre otras. El final, como era de esperarse, fue con «Blood and thunders», canción que los posiciono como unas de las promesas del metal debido al lanzamiento de Leviathan (2004).
Lo de Gojira fue grandilocuente. El crecimiento exponencial del Flores al Movistar Arena es un fenómeno que cuesta encontrarle sus fundamentos. No porque no sea propicia la escala, de hecho todo lo contrario, si no más bien por el factor del entendimiento. Es decir, Francia no es un país en el metal tenga gran actividad en cuanto a lo que escena respecta. El death metal tampoco es el genero mainstream dentro del gran espectro del metal. Mucho menos cuando las letras hablan sobre el cambio climático o ballenas voladoras. Capaz, todo se reduzca a la perseverancia y el profesionalismo. Mario Duplantier (batería) juega con su instrumento. Tomó carteles simples y con demagogia pertinente ante un publico que adopto la banda como propia. Su hermano, Joe, de pocas palabras intentó comunicarse, pero las canciones hablaron más que el mismo. Christian Andreu en la segunda guitarra y Jean-Michel Labadie en el bajo, se limitaron a un perfil bajo y deambular de una punta a otra del escenario. Quien no tuvo perfil bajo fue el público que se las ingenio para corear hasta las melodías más intrincadas de «Flyng Whales» o «L’enfant Sauveges» y armando rondas durante la hora y media de concierto.
Indudablemente, Gojira da uno de los mejores shows de la actualidad. Las visuales con luces y la nitidez del sonido son descomunales. Esta vez, los golpes de Mario estuvieron más al frente que antes y eso hizo que las guitarras queden en segundo plano algo que en canciones como «Stranted» o «Silvera» molesto un poco o incluso las partes de voz de limpia de Joe. De todas maneras, detalles minuciosos que no afectan al resultado final del repertorio que fue similar al último Luna Park. El resultado fue de cinco estrellas y el metal, a pesar de todo, tiene con que hacer frente.Cronista: Jonatan Dalinger
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