La carrera de Nvlo, por mas corta que sea hasta el momento, tuvo un crecimiento abrupto. Lo sigue teniendo. Si hacemos un breve repaso, podemos ver como su primera fecha como banda fue abriendo un Heavy Noise, en el Teatro Vorterix, allá por el año 2018. Más acá en el tiempo, a principios del 2022, Nvlo hacía su fecha en El Emergente de Almagro, junto a Mucha Losa, en un intercambio musical de géneros, cosa que repetirían en mas de una ocasión. Llegando a fines de ese año, tocaban como acto principal en el Roxy Live. Ya en el presente año 2023, a mediados de año, subían la apuesta para llegar a El Teatrito. En agosto, Nvlo viajó a Alemania, para tocar en el Wacken. De nuevo en el país, el próximo paso, fue el Teatro Vorterix, junto al trapero Kaktov, en una jugada arriesgada y osada, pero con resultados mas que positivos. Al poco tiempo, la banda anunció que tocarían en el Teatro Flores, que por lógica, era el próximo paso a dar. Sin dudas la fecha mas importante como banda, hasta la fecha. Para esta ocasión, las bandas invitadas fueron Mitodian, Odio y Undermine.
La previa fue variada, comenzando con los chicos de Mitodian y su show ecléctico y muy enérgico. Metal alternativo, progresivo, con pinceladas hardcore son los condimentos de la propuesta de la banda, que sirvieron para dar comienzo a una calurosa tarde/noche. Los siguientes en subirse al escenario fueron los hermanos paraguayos de Odio. A finales del mes pasado, la banda publicó su nuevo single «Odio Eterno», el cual cuenta como invitado, con Leon Pardo de Nvlo. El quinteto, liderado por su vocalista Daniel Thiede , quien se mostró en todo momento encapuchado, deliberó su deathcore, violento y directo. Se mostraron muy agradecidos con Nvlo y con los presentes, quienes muchos eran evidentes seguidores de la banda. El último acto previo, poderoso e importante, fue Undermine. Mientras sonaba «The Hellion», la intro al emblemático tema «Electric Eye» de Judas Priest, el telón se abrió y la banda quedó al descubierto. Un importante numero de asistentes dio paso a una ronda y el thrash podrido de la banda invadió el teatro. Con Franki Cañardo al frente, sonaron temas de diferentes trabajos de la banda. Juan Orcajada de Frater, aunque con algunos problemas en su micrófono, subió a versionar «Primal Concrete Sledge» de Pantera, mientras que Rodrigo Plasencia hizo lo suyo con «Bajo el Velo de la Masacre», perteneciente al primer EP de la banda Trayendo Solamente Podredumbre.
Repleto de gente, el teatro enmarcaba una postal histórica para Nvlo. Lo que la banda hace en vivo, a esta altura no es algo nuevo, al menos para quienes vienen siguiendo a la banda. El sonido, en manos de Jorge Orona, es demoledor, cuidado hasta el mas mínimo detalle. Las luces, a cargo de Fernando Fasano, son parte preponderante, y es algo a lo que Nvlo le viene dando mucha atención en sus presentaciones en vivo. La performance de sus músicos también es destacable, cada uno desde su lugar y con su impronta. Sin lugar a dudas los más enérgicos son Leon Pardo y Juani Poncelas, mientras que Aaron Manceñido, Maximiliano Menazzi y Ulises Ochova muestran su potencial en la ejecución de sus instrumentos. No faltaron palabras de reflexión y sobretodo agradecimiento, por parte de Pardo y también de Poncelas, tanto para el público, como para familia y colegas.
La banda presentó Eclosión, con una recepción más que favorable, con puntos altos como «Claridad», «Demonopatía» o «Instinto». Además, y lógicamente, repasaron su demás trabajos, siempre acompañados por la energía emanada desde el público. Enormes y agitadas rondas estuvieron presentes en cada uno de los temas. Infaltables como «Los Frutos de la Antipatía», «Quémenlos!», «Bastardos en Pena» o «Péndulo», con una de las rondas mas grande de la noche, subieron aún mas la temperatura del lugar. Para el final, y a pedido de la banda, la locura en el público llegó de la mano del último tema, «Desdén», para así dar punto final a la noche.
Sin dudas un año que quedará en la memoria de cada uno de los integrante de Nvlo, como así también de sus seres queridos y seguidores. La banda llegó a Flores, lo explotó y sólo ellos sabrán cual será el próximo paso a dar.
Por Juan Cordiviola
PH: Leticia Villalba
