Carneross cumplió un lustro de vida y lo festejó a lo grande en Pana Rock el pasado 18 de Agosto junto a bandas amigas. Razas Cruzadas fue el grupo encargado de comenzar la jornada a las 21:30 horas. La banda oriunda de Laferrere está formada por Diego Hernán en voz, Manu Andrada en batería, Nicolás Gastón y Facundo Espinosa en guitarras, y Yamil Álvarez en el bajo, y respaldados por banderas del Che y la Whipala detrás de la batería, nos entregaron algunas de sus canciones como “Razas cruzadas”, “Orígenes” y “Mosh violento”. Aún no había mucha gente en el local pero siempre el grupito de delante de todo que agitaba con cada canción al veloz ritmo de su “thrash metal combativo”. Una banda en pleno crecimiento que se encuentra en proceso de grabación de su demo.

Luego fue el turno de Fibroma, que aportó la cuota death de la noche. Creo que es la primera vez que participa de estos eventos organizados por “Argentina thrash metal” una banda que no toca dicho estilo, aportando a diversificar el panorama, y siendo muy bien recibidos por los presentes. Recientemente han editado su primer disco de estudio, auto-titulado, y aunque aún no se ha editado en formato físico, ha recibido muchas críticas excelentes. Del mismo interpretaron canciones como “Human butchery”, “Zozobra” y “Blood clot of a cranial cavity”. Así el trío de zona sur del conurbano, formado por Lucas Delgado (guitarra y voz), Felipe Lovizio Rodriguez (bajo y voz) e Ismael Perez (batería), fuertemente influenciado por las bandas más técnicas como es el caso de Nile,  brindó un show muy poderoso y contundente, mostrando un gran sonido en vivo.

Con Bastardos el thrash volvió a apoderarse del escenario, en su versión más sucia y agresiva. Tomás Creatini en batería, Damián Alfaro en bajo y voz, y Tomás Doglioli en guitarra conforman este trío que con mucha actitud y violencia no frenaron el acelerador en ningún momento de los cuarenta minutos que duró su show. Canciones como “Almas combativas” de su primer demo Km 24 (2009), o “Por la espalda” del segundo demo de 2011 Descraneados en las calles, desataron los pogos más enérgicos. El espíritu punk también presente quedó confirmado con la versión que realizaron de “Valentín Alsina” de Dos Minutos. Tras varios agradecimientos, dejaron el lugar para qué suba Malditos, banda con la que junto a Carneross han compartido escenario en incontables ocasiones.

Malditos comenzó su show pasada la medianoche de la mano de “Pesadilla”, exhibiendo desde el vamos un sonido muy claro y prolijo, como también muy potente y enérgico. En comparación con sus compañeros de cartel, su propuesta muestra menor crudeza y velocidad, con mayor énfasis en los riffs y machaques e influencias heavy y del thrash más clásico. La banda conformada por Maxi Ghirlanda en voces, Mariano Calvetti en guitarra, Walter Santillán en batería, y el ex Trepanador Gustavo Rubio en el bajo, ejecutó a continuación “Liberando venganza”, tema que dio nombre a su disco editado el año pasado. Para “Declaración” contaron con invitado de lujo Guillermo “Temo” Romero de Serpentor. No faltaron clásicos como “No olvidar” o “Donde más le duele”, para cerrar como siempre con “Ataque thrashero” y el pogo más multitudinario visto hasta entonces en la jornada.

Finalmente, Carneross salió al ruedo con toda la energía con “Inyector del odio”, dejando bien en claro de lo que se trata la banda: un thrash del más veloz y rabioso que se encuentra la escena local, con grandes influencias de bandas como Slayer, sin dar jamás un respiro. Casi al hilo siguió “Culto a la destrucción”, de su larga duración Mass Violencia (2012), del que fueron mechando temas como “Camino al suicidio” y la genial “Producto del miedo” con algunas más viejas de su demo Muerte Violenta (2009) como “Dios de la guerra”, un tema nuevo y algunos covers como la infaltable “Commando” de Ramones, en una versión hiper-veloz. Además, por supuesto que no iba a faltar el festejo de cumpleaños, con torta y velitas incluidas. Con “Letal promesa de venganza” prosiguió el brutal despliegue de violencia y odio de la mano de los machaques descontrolados de Federico Conde y Gastón Gonzalez, el ritmo a mil por hora que dictaba la batería de Alejandro Conde y los furiosos gritos emanados de la garganta de Martín Echeniqué. Multitudinarios pogos acompañaron el festejo en cada momento, que con “Religión es muerte”, siempre uno de los temas mejor recibidos, se iba a acercando a su fin. El tema elegido para cerrar era la versión de “Black Magic” de Slayer, sin embargo quedaban muchas ganas de más. Así que pronto se colgaron nuevamente los instrumentos para así despedirse a lo grande, tras poco más de una hora de show, con uno de sus temas más antiguos, “Caminarás entre las sombras”. Fue una gran fiesta, con una importante concurrencia de público que copó Pana Rock para dejar en claro el gran momento que está viviendo el thrash nacional, con Carneross como uno de sus principales exponentes.

Cobertura: Sebastian De la Sierra