AÚN SIGO LATIENDO. Lorihen – Teatro Vorterix (23-12-2023)

Para ser honesto y obvio, podría utilizar un montón de frases para describir el presente de Lorihen. Elijo quedarme con Aún sigo latiendo, perteneciente al disco homónimo de 2015. A pesar de los cambios de formación, la banda resiste y suena ajustada. No parece sufrir por los cambios, de hecho los aprovecha y resurge.

Las vertientes del metal son cuasi infinitas. Cuando uno cree que ha escuchado todo subgénero, se encuentra con algo nuevo. Particularmente, el heavy hard rock y el power metal goza de buena salud en Argentina. Hasta podría afirmar que es uno de estilos con mayor aceptación. Tales son los casos como Innerforce y Arpeghy, el primero más clásico y el segundo más gancho, que al oficiar como invitados de Lorihen. La llama esta intacta, la distorsión suena. ¿Por qué jugar al barco vikingo? ¿Por qué emular al hard rock de los 80? Capaz, la pregunta sea preguntarse porqué no, teniendo en cuenta que hay alguien que recibe y disfruta.

La apuesta de Lorihen no es solo lanzar un disco nuevo, sino también iniciar el show con una flamante canción como «Vencedor en la derrota» Sin pelos en la lengua, Lucas Gerardo (voz) avala el persevera y triunfaras a través de las canciones. Ojo, no lo hace desde la comodidad de que todo llega, si no más bien desde la resiliencia, desde la resistencia. Desde no claudicar donde lo que no te mata, te hace más fuerte. Bajo está misma premisa,  la banda decide arrancar el show con temas del lanzamiento en cuestión y recién como cuarto tema arremete el primer clásico y capaz uno de los temas más importantes de la historia de Lorihen: «Bajo la cruz»

Vale decir que el Vorterix no estuvo repleto. De todas maneras, estaban quienes tenían que estar y seguramente alguno que otro haya faltado por cuestiones  particulares y personales. Indudablemente, la propuesta y profesionalismo de la banda es un marca registrada a través  de sonido, pantallas y puesta en escena.  En consecuencia, el mensaje de Emiliano Obregon es contundente «Esta bien que se anuncien shows internacionales y las entradas se agoten en una hora, pero hay escena nacional con bandas que tienen más de 30 años y la  pelean todos los días.»

El compromiso con lo nacional no es estrictamente en relación a la escena metalera, también respecta a nuestra historia. En La Magia del Caos se desprende  «Frías Islas» en homenaje a los ex combatientes y caídos en las Islas Malvinas. Para esta noche Marcelo Perez Sccheider, bajista de Presto Vivace y ex combatiente,  fue invitado al escenario. Y una vez más las palabras hablaron por si solas: «Una persona que se diga argentino de bien no puede tener como referente a una asesina de lesa humanidad como Margaret Thatcher.»

Ya sobre el cierre Lohiren, Julian Barret, recién llegado de gira europea, estuvo al frente con su guitarra assperiana en forma de A para interpretar  «Cadenas de las perversión», «Libre como el viento», «El ultimo eclipse» y «Vida Eterna» con una lluvia de papeles volando por el aire como fin de show y de  año.

Cronista: Jonatan Dalinger
PH: Martes Rubí 

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