
El Poder Latino está de regreso y en marco de una gira por el interior hizo su presentación en Tucumán para impregnar el ambiente de nostalgia y alegría.
Algunos minutos pasaron de las 00hs cuando me llegué a Robert Nesta para vivir este encuentro. El grupo local D.E.C. (Destrucción en Cadena) golpeaba fuerte los oídos de la gente con “Si el vino viene, viene la vida” de Horacio Guaraní, con más de 20 años de carrera los muchachos se manejan por las calles del Groove Metal 100% argentino, como el tinto después del asado. Tocaron temas de sus dos trabajos de estudio y se despidieron del escenario con otro cover, “Refuse/Resist” de Sepultura.
La madrugada se agitó cuando “Titi” Lapolla, Marcelo Castro y Andrés Giménez subieron al escenario para arrancar la locura de los presentes con “Familia”, Acosados Nuestros Indios Murieron Al Luchar detonó su poder en ese momento. La lista de temas siguió con “Combativo”, “Sol” y el muy coreado “Aura”. “Ahora vamos a hacer el tema que abre el disco Animal 6” anunciaba Giménez y de su voz se escuchó “Gritemos para no Olvidar”. Tres canciones seguidas del álbum editado en 1994 despacharon por sus instrumentos, “Mas Cabezas para tu Pared”, “Esperando el Final” y “Fin de un Mundo Enfermo”. Para los melancólicos de los 90’s había más, “Revolución”, “Milagro” y “Barrio Patron” donde se pudo ir viendo como el pogo iba mutando en cada tema siendo más furioso y potente hasta el punto que daba miedo de solo verlo. El tercer cuarto de show promediaba cuando “Escrito con Sangre”, “Los que “Marcan el Camino” e “Hijos del Sol” levantaron la temperatura.
Andrés, agradeció a todos y llamó a los cantantes de D.E.C. y Rebel para que juntos entaron las letras de “El Nuevo Camino del Hombre”, gesto digno de subrayar por parte del grupo que permite estas cosas. La función anunciaba el final con “Loco Pro”, pero a pedido sonaron dos clásicos más, “Solo por Ser Indios” y el MUY cantado “Cop Killer” que cerró la noche del reencuentro.
A.N.I.M.A.L. sonó tremendo pese a pequeños acoples en algunos momentos, la batería de Castro hacía temblar el lugar, “Titi” es un loquillo hiperactivo, sin tener demasiado espacio se dio mañas para saltar en cada rincón, el tipo hace gritar al bajo, le saca provecho a cada una de las 6 cuerdas. ¿Y qué decir de don Giménez que no se sepa? Es un buen frontman, no tiene problemas para cantar y su guitarra se escuchó prolija. Con promesa de nuevo disco y visita para el 2016 el Poder Latino reventó estas latitudes y pudieron escribir en esta historia una página más.
Cobertura: Angel Castillo Dioli
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