EL ADIOS AL TEMPLO DE LOS CULTOS OSCUROS. Beelzebuth – Pana Rock (09-03-2024)

El pasado sábado 9 de marzo se llevó a cabo la despedida por cierre definitivo de uno de los templos emblemáticos de los cultos oscuros: Pana Rock. Y se despidió con un festival de bandas en donde el black metal brilló en todo su esplendor: Polucion Social, Crucifix, Siniestra Depresión, Gloriam Satanás y del país trasandino las chicas de Insanity Storm y cerró el line up también de Chile Beelzebuth.

Alrededor de las 21:30 hs se corrió el telón y se dieron presente los 4 jinetes del Apocalipsis con sonidos crudos y fríos. Polucion Social, el caos de las armonías oscuras, vino a presentar su nuevo EP llamado Distopia un material cargado de mucho culto y el humo reinante y las guitarras afiladas le hizo culto a los principios de la leyenda del black metal Abbath. Además, hubo un instante en la cual el frontman tomó un respiro para que sus compañeros de banda nos deleiten con un solo de instrumentos contundente y agresivo.

Crucifix es la parca sangrienta que nos llevó al inframundo. Este trío de black death metal con muchas influencias entre las cuales podemos citar la leyenda noruega  Darkthrone tiene mucha contundencia en sus potentes riffs y en los gritos despiadados del frontman, que se asemejó a un asesino psicópata liberándose de sus cadenas. El grupo oriundo de zona sur, más precisamente de Quilmes, elevó la temperatura del recinto a valores exorbitantes. Entre los temas de su performance podemos destacar  «Despertar» que sin dudas despertó la bestia que cada uno llevamos dentro.

Cerca de  la medianoche los alaridos desgarradores se adueñaron de Pana Rock. Sieniestra Depresión empezó la performance con su cantante gritando  una y otra vez despiadadamente como si fuese a transformarse en una bestia hambrienta de carne humana y sed de sangre. Provenientes del oeste conurbano bonaerense le hicieron un gran culto al black metal con muchas influencias en las cuales podemos citar a Burzum. En el show ahondó letras con mucho odio, oscuridad y satanismo; la gente vivió el show como si estuviese poseída y muchos levantaban sus manos e invocaron al mismísimo dios de las tinieblas.

Gloriam Satanas salió al escenario con un «Corpsepaint». Algo así como si unos cadáveres putrefactos volvieran a la vida. Esto sin duda hizo la noche más escalofriante. Con un estilo de black metal sinfónico, el grupo transportó a los paisajes fríos y oscuros de Noruega, con mucha crudeza en sus letras donde el paganismo y la adoración al dios del inframundo fue moneda corriente. El final fue arrollador con un cover de Gorgoroth, donde más de uno llevó entre sus manos el pentagrama imaginario.

Insanity Storm, las chicas oriundas de Chile, salieron al escenario y el manto oscuro trasandino cubrió a Buenos Aires. Elizafer, vocalista y guitarrista, se dirigió al público con palabras desgarradoras y contundentes mientras hacía sonar su guitarra y cada riff fué como una puñalada mortal en el corazón de los presentes. Claudia Ramirez en la batería y Serpienta en el bajo también tomaron protagonismo en la noche de la posesión de almas.  Ellas vinieron en el marco del «Caos Destrucción Tour» que sin dudas destruyeron todo a su paso con un set list contundente. Más de uno agitó su cabeza pegado al vallado, mientras en otro sector se formó un pequeño circle pits con mucha euforia. También podemos citar que la dueña de los parches usó un barbijo que la hizo más misteriosa y escalofriantes a la vez.

Finalmente, con Beelzebuth la muerte dio su sentencia. En este caso, Bifronte, vocalista y guitarrista, fue el encargado de las instancias principales y estuvo muy bien acompañado de Elizafer y de Claudia Ramirez ambas de Insanity. En esta ocasión, vinieron a presentar parte de su último trabajo discográfico llamado Preludio que según la banda posee 8 himnos a los cultos oscuros. Momento a destacar fue «Gritos de Furia» cantado por la baterista que ante cada grito un espectador dejaba este mundo imaginariamente para hundirse en el inframundo. Lamentablemente, el show fue muy corto y finalizó a las 02:30 horas.

Podemos decir que asistimos a una misa de cultos oscuros que nos transportó imaginariamente a las profundidades de un mundo hostil, frío, depresivo y con mucha dosis de satanismo y paganismo. Además, por otro lado, debemos citar que asistimos a la muerte de un emblema del black metal que nos acobijo por muchos años, adiós Pana Rock, hasta siempre.

Por Sergio Silva























 

 

 

 

 

 

 

 

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