Luego del primer día del festival, durante la noche del 15 volvió a llover ininterrumpidamente, por lo que Zárate amaneció mojado y nublado. Al mediodía la lluvia se hizo presente una vez mas. La jornada del sábado debía empezar a eso de las 13 horas. Los platos fuertes del día serían V.I.D.A., Lethal, Serpentor y Nvlo, acompañadas de numerosas bandas de distintos género y trayectorias.

El predio se vio notablemente afectado por la lluvia, como así también los escenarios y los equipamientos. La lluvia no cesó sino hasta promediando la tarde. La gente se refugiaba en donde podía, bajo arboles, carpas destinadas originalmente a puestos de merch o en las instalaciones del predio (lugar donde se ubicada las parrillas y la comida que se vendía).  Muchas de las carpas, en lugar de estar en la zona de acampe (a la intemperie) se ubicaron en un galpón que los resguardo un poco del agua.

De todas maneras, los ánimos eran positivos, Paciencia, música proveniente de autos o de los acampes, algún fuego prendido y las parrillas a pura brasas. Solo restaba esperar que la lluvia cese y que de a poco el clima mejore. Esto no paso sino hasta las 16/17 horas, momento donde salió el sol, y la grilla comenzó como debía con la primera banda anunciada, Acéfalo. Es decir que en vez de cancelar presentaciones, se optó por correr toda la grilla, en pos de todas las bandas.

A partir de ese momento, el festival transcurrió con total normalidad, aunque con un terreno que, banda a banda, iba cediendo en resistencia y de esa manera, lo que en un principio era verde césped, comenzó a tornarse en una verdadera pileta de barro. Aún así, esto no impidió a la gente acercarse (seguramente en menor número que en otro contexto) al escenario y hasta algunos comenzaron desde temprano a armar rondas y a agitar en las mismas. Buenos humores y hasta un poco de resignación frente al hecho de ensuciarse, convirtieron a la lluvia y al barro en un condimento especial de la jornada.

Escenas poco comunes para un recital de metal se vieron constantemente. Familias enteras caminando, niños jugando en el barro, metaleros grandotes con crocs, ojotas o alpargatas y así muchos ejemplos mas. Cosas que un festival como el Furia Metal Fest propicia.

De nuevo, la organización por parte de la gente de V.I.D.A. estuvo a la altura, trabajando a contratiempo, yendo y viniendo constantemente y siempre con una sonrisa y dispuestos a saludar a la gente y a responder consultas. Aquellos que trabajaron en los puestos de comida y merch, de igual manera, sin cesar y siempre con una sonrisa y la mejor predisposición.

Lo que pudo ser una triste jornada, pasará a ser una jornada recordada por muchos. La tormenta y las dificultades que acarreó para el festival, nos dejó en claro una vez más que el metal aguanta. Las bandas pudieron brindar sus shows y la gente pudo disfrutar de un día, pasado por agua y barro, pero con la música, la celebración y el metal como protagonistas.

Cronista: Juan Cordiviola
PH: Ce Principe