TORMENTA SÓNICA. Buffalo, Alfonsina Stoner, Vil Motor y Nautes – Club V (26-04-24)

Habiendo atravesado una semana meteorológicamente indecisa, nos dirigimos al recinto ubicado en Villa Crespo, con la incertidumbre de no saber que nos esperaba cuando saliéramos. Lo que no teníamos en cuenta, era la tormenta sónica que nos esperaba una vez que entramos.

Primer relámpago: Nautes

Si tuviésemos que definir esta banda en una sola palabra, sería versatilidad. Pero como merecen mucho más, desarrollaremos un poco. Esta es una banda que navega por varios mares musicales sin hacer puerto en ninguno. Pueden pasar un poco más de tiempo en el muelle metal dosmilero, pero también visitan la dársena stoner doom, el muelle Josh Homme o ancladeros ancestrales que te reciben con sonidos de tambores que remites a rituales chamánicos. “4”, “2k soles”, “M.D.M.A” y “Tornasol” ejemplifican cada destino. No es tan fácil encontrar una banda que viaje por espectros sonoros con total naturalidad. Nautes es uno de esos grupos.

Primer trueno: Vil Motor

Tal como indica su nombre, este cuarteto hace música para pisar el acelerador a fondo – siempre manejando con precaución – para llegar al destino deseado lo antes posible. O simplemente por el deseo de viajar. Cuerdas apabullantes, batería que te pega directo en el esternón y una voz que da sed. Mucha sed. Preferiblemente de alguna bebida espirituosa. Como una muestra de lo enunciado en los párrafos anteriores queremos mencionar las canciones “Otro día en el infierno”, “G.B.A.” y “Pisando fuerte”. Si tenés algún festejo próximo y ya te hartaste de los temas que pones siempre, creemos que Vil Motor podría ser la banda de sonido ideal para tus noches entre copas y amistades.

Las nubes se van tornando cada vez más negras: Alfonsina Stoner

Cuarteto con sonido muy contundente que puede pasar de la calma al caos absoluto en una fracción de segundo. En vivo te pasa por encima. En nuestra opinión, la canción que mejor los define es “De pestes y cobardes”. Escuchen y saquen sus propias conclusiones.

Se desata la tormenta: Buffalo

Con tantos años en la ruta, tienen perfectamente estudiada la receta para brindar un espectáculo cargado de octanaje de principio a fin. Comenzar con “Los dias lentos” es casi un cheat code para completar ese nivel con la barra de energía inalterada. “Los ojos de Dios” aseguran un pogo de proporciones épicas. “Sabía que iba a morir” mantiene su status de clásico atemporal.  Sin embargo, el set del viernes tuvo condimentos especiales. Parecía estar diseñado para fans que escuchan los discos enteros. Aquellos que siguen los siguen hace años, estando presentes cuando sonó por primera vez aquella canción que hoy es parte de su A.D.N.. “Vertical”, “La última puerta”, “Santo”. El público deliraba. La banda entregaba cada gramo de su potencia. Ni siquiera nuestro cronista pudo (ni quiso) evitar ser parte de la ceremonia que estaba ocurriendo. Buffalo es sinónimo de vigencia. Ojalá sigan rugiendo por muchos años más.

Por Alejandro Williams

 




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