TODO EL MUNDO JUEGA AQUÍ EN EL CIRCO FREAK. Avatar – El Teatrito (29-04-2024)

Para ser honesto, cuando se anunció que Avatar venía a la Argentina no tenía idea de que se trataba la propuesta. Conocía su existencia, pero jamás había consumido su arte. Todo cambio cuando apareció la posibilidad de entrevistar a Johannes Eckerström (voz). Conocer desde el mismo protagonista para que me abra las puertas de algo desconocido. Me sedujo y me vi interesado en asistir al concierto.

En dicha entrevista, Eckerström me comento que mostrarse como The Clown funciona porque no se ve que entra en un personaje, ni como un cambio, sino como una extensión que lo moldea ante las interpretaciones y por lo tanto como visualizan su performances. Definitivamente, dijo la verdad. The Clown es el protagonista en escena, es quien durante dos horas de show conversó, canto, saltó, bailo y hasta hizo globos con forma de perro para un ferviente público argentina que por primera vez lo tenía metros de distancia.

Antes del circo sueco Hermanos de Sangre tuvo un breve paso por el escenario. Una semana antes, el grupo se vio obligado a reprogramar su show en La Trastienda para el 20 de abril porque lamentablemente Chino Gastaldi sufrió una descompensación que lo dejo internado. Afortunadamente estuvo fuera de peligro. En el afan de ser eclécticos, Avatar pasa por el death, el industrial y el hard rock. HDS, a la distancia, apuesta por incluir instrumentos de vientos en un metal core neo clásico además de sumar en voces a Juliett.ta. 

Ahora si, volviendo a lo que fue el repertorio de los suecos solo se podría definir con una palabra: frenético. El inició fue con «Dance, devil, dance», que da nombre a su última placa. Luego, «Let it burn», canción que dio el puntapié inicial a la etapa circense.  Las dos horas de show no cesaron, los pogos, el sudor y la humedad tampoco. Afuera, la poca lluvía que caía lograba que El Teatrito sea una caldera. Una caldera llena de freaks pintados como el Eckerström. 

Las monerías de Eckerström apta todo público porque es un payaso aterrador, pero que invita a chicos y chicas pre adolescentes, aunque acompañades de sus padres y madres, a que hagan headbanging como los cuarentones. Así, durante «Puppets show», el payaso se coló entre el público y decidió subirse en la barra lateral de El Teatrito para oficiar como un payaso propiamente dicho y camuflar su rol de frontman de un banda de rock. Infló globos, tocó el trombón y bailó. Como multifacetico, presentó varias canciones al quedar solo en el escenario, aun que no fue el único que tuvo esa oportunidad. Tanto Jonas «Kungen» Jarlsby como Tim Öhrström tuvieron un extenso duelo de guitarras y Henrik Sandelin fue rey durante unos minutos para «A Statue for the king». De todas maneras, el punto alto de las individualidades fue con The Clown al frente con un pequeño piano e interpretar «Tower»

A  Eckerström le habían dicho que mantenga sus expectativas altas para el show porque en esta parte del mundo la gente participa con una energía extrovertida. Indudablemente, los argentinos le dejaron en claro como es la energía extrovertida porque los coros a los riffs, a los solos y a cada verso no cesaron. Más sobre el cierre con un tridente que sintetiza todas las facetas de la banda: «The Dirt I’m Buried In», «Smells Like a Freak Show» y «Hail the Apocalypse»

Por Jonatan Dalinger
PH: Martes Rubí

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