La historia de The Night Fligh Orchestra comienza a escribirse allá por 2007, cuando Björn Strid y David Andersson (ambos en Soilwork) deciden rendir homenaje al sonido de bandas como Journey, Survivor, Toto, Asia; aquel sonido que se lo definió como AOR. Los años y los discos pasaron y es así como con su Aeromantic II (2021), la banda emprende su primer tour latinomericano, siendo Argentina una de sus escalas.

El otoño y su inestabilidad ya se hacen sentir, El Teatrito lentamente reúne a los pasajeros del vuelo nocturno mientras Karkaman daba la bienvenida. Hard rock hecho y derecho, que sumado a unos acertados covers, lograron ir preparando el ambiente y darle paso a la segunda banda nacional de la tarde-noche: Bangkok. Un aceptable sonido en ambas bandas, pero sobre todo, una perfomance a la altura de tal evento, fueron las claves para dejar todo mas que listo para el plato fuerte de la noche.

Luego de abrocharnos los cinturones, y tras una prueba de sonido bastante corta, se abre el telón, los músicos toman lugar y el avión de bandera sueca finalmente despega.  El inicio con «Midnight Flyer» no hizo mas que ponernos a bailar a todos, un arranque perfecto para la fiesta que se venía, pero no nos apuremos. «Sometimes the World Aint Enought» y «Divinyls» le daban paso a «Burn for Me», una de las nuevas, dueña de un gran estribillo ciertamente fue de las mas cantadas de la noche.

Las primeras impresiones daban cuenta de un ambiente totalmente festivo, una banda en llamas con Björn como capitán, pero muy bien secundado por sus dos azafatas, ajustada al tamaño del Teatrito (recordemos que son 8 en la banda), un sonido que pudo ser mejor (mas volumen en las guitarras no hubiese estado mal), y un publico totalmente entregado, al baile, al canto, al goce, a la fiesta.

«Gemini», del maravilloso Amber Galactic (2014), significó otro de los momentos claves, su riff coreable y su estribillo gigantesco no pasó desapercibido por el siempre cálido público argentino. «Satellite», «White Jeans» nos seguían moviendo el esqueleto, mientras que «The Last Independent Romantics» mandaba a la banda a boxes para tomar aire para el último baile.

El vitoreo no se hizo esperar, había sed de mas, y banda no pudo hacer oídos sordos. «Living for the Nighttime» golpeó primero, un favorito personal, le siguió «Stiletto» que ciertamente fue de lo mas festejado de la noche, y la frutilla del postre la puso «West Ruth Alive», con un público ya totalmente entregado, haciendo el famoso trencito, una verdadera gozada.

El debut de The Night Flight Orchestra fue la fiesta que todos imaginamos y más. Acostumbrados a la violencia del pogo, la banda convirtió al Teatrito en una pista de baile que hizo mover hasta al mas reacio.  En un país en constante turbulencia, el avión de bandera sueca aterrizó sin problemas y la fiebre de domingo por la noche fue inevitable.

Por Martin Tula
PH: Leticia Villalba