Ghost – Teatro Vorterix (31-08-2014)

GHOST-31-8-e1404270185952Ghost es indudablemente un grupo que desde sus inicios ha dado mucho de qué hablar. Su disco debut Opus Eponymous del año 2010, que me atrevo a decir que ya ostenta el título de clásico, los puso de inmediato en las primeras planas dentro del mundo del metal underground (y no tanto), gracias a su eficaz conjunción de riffs y melodías gancheras pero principalmente a sus líricas de corte abiertamente satánico y una imagen shockeante que muestra el cantante Papa Emeritus, vestido de cardenal católico con cruces invertidas y un maléfico maquillaje esquelético, y al resto de los músicos con túnicas negras, encapuchados y enmascarados, que se hacen llamar “nameless ghouls” , manteniendo sus identidades en total y absoluto misterio. Siempre polémicos, adorados por muchos y defenestrados por algunos otros que sienten herida su sensibilidad católica, hasta se llegó a crear una petición en change.org pidiendo la disolución de la banda, para la banda eso fue publicidad gratuita.

Su segundo álbum Infestissumam, editado en 2013, mostró una diversificación de su sonido y un  crecimiento de su popularidad, y los trajo el año pasado a nuestro país presentándose junto a Iron Maiden y Slayer. Pero esta visita, programada para el 31 de Agosto, fue la que sus seguidores más veníamos esperando: solos, en un lugar cerrado y pequeño, y con set-list completo. Y vaya si colmó las expectativas. El Teatro Vorterix estaba verdaderamente repleto, tanto abajo como arriba. La ansiedad crecía a medida iba sonando de fondo “Masked Ball” de Jocelyn Cook para precalentar el ambiente, y fue a las 21 hs puntuales cuando finalmente la misa negra comenzó de la mano de “Infestissumam”, con su coro en latín de tono religioso que proclama la llegada del Anticristo, y la entrada en escena de los Nameless Ghouls, en ambas guitarras, bajo, batería y teclado, cada uno de los cuales representa uno de los cinco elementos (tierra, agua, fuego, viento y éter), cuyos símbolos se hallan inscriptos en sus túnicas. El telón de fondo mostraba el interior de un templo, mientras que ya desde el principio el sonido se mostraba muy claro y potente. Para “Per aspera ad inferí” salió a escena el imponente Papa Emeritus II (nuevo personaje que encarna el mismo vocalista a partir de su segundo disco), y el teatro se vino abajo. El público no dejó de agitar ni un momento, particularmente en “Ritual”, el primer tema del debut que sonó y suscitó el mayor furor.

La liturgia satanista continuó con “Prime mover” de Opus Eponymous y “Secular Haze” de Infestissumam, para dar lugar a uno de los momento más álgidos de la noche con “Satan prayer”, uno de los clásicos de su debut que venía ausente de las listas desde principio de año y tuvo su regreso para esta gira, que contó con la audiencia coreando a toda voz hacia el final: “Hear our Satan prayer, our anti-nicene creed, hear our Satan prayer, for the cuming of seed”. Para “Con clavi con dio” el Papa, siempre muy simpático y conversador con la gente, volvió a escena con un quemador de incienso que, moviéndose en forma pendular, aromatizó a los más cercanos. Luego fue el turno del homenaje a la condesa Bathory con “Elizabeth”, que fue otro de los temas más festejados, y fue seguida por la melódica “Body and blood y la oscura “Death knell”, con cierta atmósfera sabbáthica. El desgarrador llanto de un bebé precedió a su lograda versión del clásico de los Beatles “Here comes the sun”, grabado como bonus track para Opus Eponymous.

La noche de la bruja llegó con “Stand by Him”, uno de sus temas más brillantes y sumamente coreado por los presentes, seguido de “Génesis”, el instrumental que cierra su álbum debut, tras el cual el Papa pidió una reverencia para cada uno de los músicos. Cuando comenzó a sonar ese coro que invoca a “Belial, Behemoth, Beelzebuth, Asmodeus, Satanas, Lucifer”, era el momento de “Year Zero” y todos pegamos ese grito en el cielo de Hail Satan. La grandiosa “If you have Ghost” fue el otro cover de la noche, de Roky Erickson, que da título al último EP que editaron compuesto por una curiosa elección de covers de bandas como Abba, Army of Lovers y Depeche Mode. Tras retirarse por un momento del escenario, regresaron para las últimas dos canciones, ambas de su última placa, primero la polifacética “Ghuleh/Zombie Queen” y finalmente, como siempre para el final, “Monstrance Clock”, en la que todas las voces presentes se reunieron en un canto al unísono: “Come together as one, for Lucifer’s son”, culminando así más de una hora y media de show, en el que quedó a plena vista la gran conexión que tienen con el público argentino. Prometieron regresar el próximo año, probablemente ya con su tercer disco bajo el brazo, y definitivamente consolidados como la banda más destacada que haya comenzado su carrera discográfica en esta corriente década.

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Cobertura: Sebastian De la Sierra
Fotografías: Julian Quinteros




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