
La tercera visita de Dark Tranquility a nuestro país fue originalmente estipulada para realizarse el 22 de Enero en el Roxy Live de Palermo, pero dada la alta demanda de entradas el show terminó mudándose a El Teatro de Flores. Últimamente con la avalancha de visitas internacionales y la inflación en los precios, la tendencia suele ser a la inversa, pero tras casi cuatro años de la última gira de los suecos por estos pagos, la expectativa era grande. En esta ocasión, el show estaría enmarcado en la presentación de su última placa Construct, que pese a algunas críticas no muy positivas referidas al sonido algo más “light” del disco, en líneas generales fue considerado uno de los mejores álbumes del death melódico editados en el 2013. La fecha la abrieron Insinity’s Crown y Kiling Season. Cuando arribé al Teatro alrededor de las 20hs estaba por comenzar Alma Matter, el trío de black metal melódico que integran Elvio Pizzula en guitarra y voz, Gonzalo Cejas en bajo y Pablo Meza en batería. Ejecutaron un set de 25 minutos con un total de siete canciones enganchadas casi sin respiro. Así fueron presentando las canciones de su gran EP «The Sound of Darkness» editado en el 2012, mechado con otras del demo del año anterior como “The beggining of the new era”. Lamentablemente para mi gusto el sonido estuvo bastante fuerte y algo saturado, pero la banda dejó una muy buena impresión sobre el escenario, intercalando partes rápidas con blast beat con muchos riffs y melodías de guitarra, además de un bajo muy presente. Con “Inferno” se retiraron para dejar paso al acto principal de la noche.
Pasaron unos lentos cuarenta y cinco minutos hasta que Dark Tranquility salió a escena, a las 21:30 puntual, y si en algún momento había tenido ciertos reparos en cuanto al sonido que presenta el Teatro de Flores (más todavía en comparación con el Roxy), en cuanto comenzaron a sonar los primeros acordes de “The science of noise” toda duda quedó disipada. Un sonido muy claro y preciso, como no acostumbra oírse en El Teatro, definitivamente una de las bandas que mejor escuché sonar en ese local. Otra de las cosas que llama la atención es la ausencia de bajista en vivo, es que desde la partida de Daniel Antonsson el año pasado, la banda decidió no reemplazarlo, de modo que el guitarrista Martin Henriksson grabó el bajo para el último álbum, y en vivo se manejan con una pista de fondo. Los suecos creadores del llamado sonido de Gotemburgo se conforman, además del mencionado Henriksson, por el cantante Mikael Stanne, el guitarrista Niklas Sundin, el baterista Anders Jivarp y el tecladista Martin Brändström. “White Noise/Black Silence”, de Damage Done (2002) fue el segundo tema de la noche, tras lo cual se vino el clásico “Lost to apathy” de Character (2005), extrañamente ubicado casi al principio de la lista. Congruente con la presentación del nuevo CD, ejecutaron del mismo “What only you know” y, el que es a mi parecer el mejor tema del disco, “The silence in between”, intermediado por “The Fatalist” del penúltimo álbum We Are the Void de 2010. “Zero Distance” fue otro de los temas más recientes que interpretaron, incluido en el EP del mismo nombre del 2012, con fuerte presencia de los teclados. La temperatura era bastante alta, mismo Stanne hizo referencia a ello, contrastándolo con la nieve de su país natal, sin embargo se toleraba bastante bien, porque al tener El Teatro más de tres veces la capacidad del Roxy, lógicamente estaba a medio llenar.
Una gran pantalla de alta definición detrás del escenario contribuía a hacer el espectáculo más completo, mostrando variadas imágenes y videos, así como frases de las canciones que iban sonando. El frontman Mikael Stanne, siempre muy carismático, se trepó en dos ocasiones al vallado para hacer cantar a la gente como en el momento de las voces femeninas de “The mundane and the magic” del álbum Fiction (2007), mientras que para el dolor de muchos tímpanos, algunas fanáticas parecían poseídas por una preadolescente chillona bieberesca. Luego fue el turno de uno de los grandes clásicos de la banda, “Punish my heaven”, el tema que da apertura al genial The Gallery de 1995, que fue seguido de “The wonders at your feet”, única canción que tocaron de Haven (2000), y “Monochromatic Stains” de Damage Done. El momento más oscuro de la noche llegó con “Iridium” de We Are the Void, para explotar nuevamente con otro clásico “Terminus (Where death is most alive)” del álbum Fiction, uno de los más festejados. Era la presentación de Construct, por lo que no se olvidarían de ejecutar dos canciones nuevas más, “State of trust” y “Endtime hearts”, todas muy cálidamente recibidas.
Con “ThereIn” de Projector (1999) tuvimos uno de los momentos más emotivos, con el pegadizo estribillo coreado por todos los presentes y que luego no pararía de sonar en mi cabeza. Luego de “Final Resistance”, de Damage Done, y con Stanne nuevamente trepado al vallado durante casi media canción, se retiraron brevemente del escenario para regresar con el himno “Lethe”, de The Gallery, otro de los momentos más memorables, aunque se extrañó la introducción con el bajo, que fue reemplazado por el teclado. Finalmente, tras poco más de una hora y media de show, “Misery’s Crown” del álbum Fiction, marcó el final del show a todo trapo. Así concluyó un show que sin dudas va a quedar entre los más destacados de este 2014 que comienza, con un sonido de excelencia y una lista que recorrió casi toda la discografía de la banda (solo el debut Skydancer y The Mind’s I no fueron representados). Esperamos tenerlos muy pronto de nuevo por estas tierras, de la que sin dudas se llevaron un gran recuerdo.
Galería de Fotos:
Cobertura: Sebastian De la Sierra
Fotografías: Pablo Gándara
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