Korpiklaani y Týr – Teatro Vorterix (03-06-2014)

1510774_10151827139067111_881350781_nGran momento para el mundo folk, este 6 de junio los finlandeses Korpiklaani regresaron a la Argentina, por tercera vez en cinco años. En esta ocasión el local elegido fue el Teatro Vorterix de Colegiales, y como para darle un carácter más épico, en toda la gira sudamericana los acompaña Týr, banda fundamental si hablamos del metal vikingo. Las bandas nacionales fueron las mismas que en la última visita de Korpiklaani en el Salón Reduci en 2012. Lamentablemente a Cernunnos por cuestión de horario no los alcancé a ver. Luego fue el turno de Zrymgöll, quienes siguieron calentando motores con un folk metal de corte alegre y tabernero, con acordeón, violín y flauta como instrumentos claves que estructuran su sonido. Obviamente no faltan referencias al alcohol, como es el caso del tema apertura “Beer Head”, perteneciente a su álbum debut editado el año pasado Might Tavern. La banda oriunda de Campana está conformada por Juan Pabloo Churruarín en voz y acordeón, Juan Manuel Herrera y Gonzalo Rillo en guitarra, Exequiel Esquivel en flauta, Santiago Aguilar en bajo, Priss Sterki en violín y Sveinbjörn Sterki en batería, quienes continuaron presentando las canciones de su disco como “Mr. Folk”, “Raven’s song”, “Troll Feast” y “Through the shaman’s smoke”, para concluir con un cover del clásico de Turisas “Battle Metal” y redondeando así un show muy contundente y prolijo.
A continuación subió Einher Skald, enarbolando la bandera del Viking Metal. Integrados por Wulfgar Walthari (voz y violín), Gunnar Gunthwulf (bajo), Hrothgar Langurskegg (guitarra) Roderick Radulfrson (guitarra) y Hagall Váfuðrsson (batería), practican un estilo mucho más ligado al death melódico, desde las voces graves podridas hasta los riffs y melodías de guitarra. En un setlist bastante acotado, sonaron “Burning shore”, “The Last How of the Wyrd”, “Raise your Horns”, todos estos temas que formarán parte de su próximo material de estudio, y cerraron con “Drinking in Valhalla”, tema que se encuentra en su EP Battles At Midgarth de 2011, como así también en sus demos previos. Una de las mayores promesas del género de la escena local.

Ahora era finalmente el momento de Týr, que pisaba por primera vez suelo argentino. Casi a las 20 horas comenzó a sonar una intro que precedió a “Blood of héroes”, el tema que da inicio a su última placa Valkyrja (2013) y funcionó como la apertura ideal, con un antológico estribillo ganchero por donde se lo mire. Un arranque demoledor que se intensificó con “Hold the Heathen Hammer High”, del brillante By The Light Of The Northern Star de 2009, que con sus líneas de guitarra de tintes maideneros, fue otro de los clásicos más celebrados. Salvo por algún inconveniente al principio del show, el sonido de la banda originaria de las Islas Feroe fue muy claro en todo momento. Heri Joensen en guitarra y voces, tuvo una destacada labor vocal, y se encargó de introducir casi todas las canciones, con brindis incluido (con agua). Terji Skibenæs brilló con sus solos de guitarra y se lo vio muy activo a Gunnar Thomsen en el bajo y esos coros fundamentales en los estribillos y secciones a varias voces. Tras los parches se ubicó Amon Djurhuus, reemplazante del histórico baterista Kári Streymoy quien abandonó la banda en 2013. Dueños de un sonido muy particular, con fuertes influencias de la música folklórica feroesa y la mitología nórdica, lo que ha llevado a que frecuentemente se los asociara con el viking metal, aunque ellos optan por definirse sencillamente como heavy metal, como dejó en claro Joensen al presentar a la banda.

La lista principalmente tuvo mayoritaria representación del reciente Valkyrja, como los cálidamente recibidos “Mare of my night”, “Another fallen brother”, “Grindavisan” o “Lady of the Slain”, intercalados con temas como “Flames of the free” del penúltimo disco The Lay of Thrym de 2011, y “Wings of Time” (con la introducción “Grímur á Miðalnesi”), único tema que sonó de Ragnarok (2006). “Hail to the hammer”, el clásico de su álbum debut How Far to Asgaard el cual vio la luz en 2002, fue uno de los mejores momentos del show, con todo el Vorterix coreando su estribillo con los brazos en alto. También se destacó “By the Sword in my hand”, de By The Light Of The Northern Star, remarcando el aspecto más anti cristiano. El lado más folk de Týr se dejó ver con canciones como “Tróndur Í Gøtu”, de By The Light Of The Northern Star, “Ramund Hin Unge”, el único representado de su aclamado disco Erik The Red de 2003 y “Sinklars Visa”, también única de Land (2008), todas estas cantadas en su idioma nativo que es el lenguaje moderno que menos modificaciones ha sufrido respecto al nórdico antiguo. Ya había pasado más una hora de show y el momento de la despedida llegó con “Shadow of the Swastika” de The Land of Thyrm, un tema muy festejado donde la banda deja bien en claro su posición contraria al movimiento neo nazi.

A las 21:30 ya era inminente la salida de Korpiklaani, ante un recinto muy lleno y expectante. Pronto comenzó a sonar una intro de unos minutos mientras los músicos iban haciendo su aparición en escena, primero el baterista Matson, seguido del guitarrista Cane, el bajista Jarkko Aaltonen, el violinista Tuomas Rounakari y el acordeonista Sami Perttula, quienes comenzaron a interpretar “Tuonelan tuvilla” de su última placa Manala (2012). El carismático líder de los dreadlocks rubios Jonne Järvellä hizo su aparición con todo al momento de empezar a cantar, y a partir de entonces todo fue una fiesta. Casi sin respiro siguieron “Ruumiinmultaa”, también de Manala y “Metsämies”, de Korven Kuningas (2008). Algo que llama la atención, además de la casi permanente movilidad escénica, es la heterogeneidad estética de los miembros de la banda, desde la enorme barba de Aaltonen, hasta el mechón de pelo en la nuca en la cabeza rapada de Perttula, pasando por el saco y sombrero que vestían Cane y Rounakri. Así, entre melodías alegres dictaminadas principalmente por violín y acordeón junto con líricas mitológicas y alcohólicas, pasaron “Veriset Äpärat”, la única que sonó de Tervaskanto de 2007 y “Kantaiso” de Korven Kuningas. Con “Juoodan Viinaa” (el cover del músico finés Hector que grabaron en su disco Karkelo del 2009) y su melodía fiestera llegó el primer gran pogo de la noche, en donde prácticamente ninguno de los ubicados en el círculo central del teatro se mantuvo en su sitio. En su último disco Manala variaron un poco su sonido, demostrado en los machaques de “Petoeläimen Kuola” o en los medios tiempos con aires doom de “Sumussa Hämärän Aamun”. El agite y aliento del público fue prácticamente constante y se vio intensificado con la genial instrumental “Vaarinpolkka”, editada en Ukon Wacka (2011).

Tras dos temas como “Kultanainen” o “Unaika” , ambas del álbum Karkelo, en los que el espíritu festivo está algo relegado, con “Louhen Yhdeksäs Poika” de Ukon Wacka apretaron el acelerador nuevamente para la euforia popular, que sería incontenible en cada tema a partir de entonces, como durante “Uni” de su última placa, y ni hablar durante la oda alcohólica “Vodka”, quizás su mayor clásico en donde el Vorterix se vino abajo ante un pogo frenético al grito de ¡Vodka!. A mil por hora y con un pogo saltarín llegaron “Ievan Polkka” y “Rauta” de Manala, esta última con todos cantando Iske! Iske! Iske! Finalmente tras otro clásico infalible como es “Wooden pints” de su primer álbum Spirit of the forest (2003) se retiraron por un momento del escenario, y regresaron con la instrumental “Pellonpekko”, continuando rememorando esas viejas épocas y con el destaque especial del violín. Para “Tequila”, el corte de Ukon Wacka, Järvelä regresó con la casaca de la selección argentina y una vez más en el Vorterix se desató la locura en otro himno etílico, inspirado en nuestro continente. La velada finalizaría a todo trapo a las 23hs puntuales con “Happy Little boozer” de su álbum de 2006 Tales Along This Road, tras lo cual Järvelä recibió una bandera argentina con saludo de cumpleaños incluido, que justo caía en el día de la fecha, festejado oportunamente incluso con dos de los músicos de Týr en el escenario. Definitivamente una fiesta, la mejor palabra para describir el ambiente generado por Korpiklaani, confirmando una vez más la gran sintonía que tienen con el público argentino, el cual no paró de festejar y poguear en ningún momento. Lo único algo llamativo fue la gran ausencia de “Beer Beer”, una de sus canciones más reconocidas. Un show muy poderoso que demuestra lo muy bien ganada que tienen su posición entre lo más alto del folk metal.

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Cobertura: Sebastian De la Sierra
Fotografías: Pablo Gándara




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