UN SUBTE LLAMADO HARD CORE. Miserere – Uniclub (31-08-2024)

Historicamente, el hard core es una subcultura propia basada en codigos, principios y valores de la calle, del barrio. No importa si hablamos de Bad Brains, oriundos de Washington o sea Miserere, banda local que tiene como base de operaciones el barrio de Once y que presento su album debut en Uniclub.

En los últimos, el llamado genero urbano copo los likes, las reproducción en las plataformas on demand y el corte de entradas en lugares de mediano a gran escala, hay una escena, por siempre subterranea que equilibra la balanza. La contraposición es meramente subjetiva, pero no por eso que algo esta bien y por consecuencia, lo otro no. Más bien es que es que en un mismo lugar no caben dos y por más que musicalmente pueda llegar a mezclarse, como el ejemplo Kaktov, la cutre esta por fuera de la superficie.

Lo actitudinal es parte importante de esta escena. El baile, el salto, el mosh, el sudor y porqué no, hasta la sangre. Lo de Tripa es cuasi crust black crust punk. Hay tempos hard core, pero hay fugacidad metalpunk en la guitarra del Kraken y por supuesto, una frontwom que salta, baila, ríe y grita como solo ella, como solo Alu, puede hacerlo. Neokira tiene una cercacía a la patineta, otra de las caracteristicas del genero. Una suerte de emo core, con sentidos post hard core. Hast incluso con con alguna reminiscencia a Shaila. Retomando lo dicho en el parrafo anterior, Kaktov, se lleva la estridencia de la noche. El diferencial es que podría estar al lado de Dillom o de Catriel & Paco Amoroso, sin embargo, esta comparte escenario con más cercanas a la vieja escuela que a la nueva. El tempo es el clásico, el sonido es nuevo. Por momentos, organico. Stryker, como último preliminar antes de la pelea de fondo, es pura y netamente vieja escuela. Punto en alto. iff crudo, directo y sencillo. Letras de gloria, de acción y de orgullo.

Miserere apuesta no solo en inivitar bandas de diferentes estilos, pero bajo un mismo paraguas. Sino que también se las ingenia para aplicar la misma premiza en su música. Los gritos de de bronca y dolor de Renata son vieja escuela, pero cada tanto hay elementos de djent y breakdown propios de la segunda mitad de los 90′. Toda esa furia cargada, que detalla espacios y tiempo de la vida de cada artista, viaja. Viaja en esta subcultura alternativa con propuestas como Quiebra todo (2024) que expone religión como adoctrinamiento, en la integridad personal del cuerpo femenino y los malintencionados flojos de papeles.

A la hora de escribir este texto, desconozco el motivo, pero Miserere eligió como recurso visual a la película argentina Moebius (1996). Resulta interesante como una banda del circuito emergente tomo este film de culto de ciencia ficción con lineamientos contra la última dictadura civio clerical militar empresial. Un film que acaba de ser remasterizado en 4K para el deleite de los cinefilos. La historia de la banda parece ser de película, en tres años de vida dieron forma a un disco y lo presentaron a todo culo en Uniclub. Así como lo dice el Dr. Mistein al final de la película que “ni los hombres ni el tiempo desaparecen sin dejar huellas, quedan fijados en nuestras almas”, tampoco desaparecera Miserere, ni el hard core.

Por Jonatan Dalinger

 




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