La segunda visita de Tesseract a nuestro país – con disco nuevo bajo el brazo, editado meses después de su recital anterior – fue una clarísima muestra de porque se encuentran entre las leyendas activas del metal progresivo actual. A continuación, nuestra experiencia.
Una frase hecha en el mundo de la música es que ya está todo inventado. Que todo es un refrito de algo anterior. Creemos que la propuesta de Efimeria desafía esa premisa. Su estilo musical podríamos decir que es epic djent metal. Tienen todas las características de este subgénero surgido en Suecia en la segunda mitad de los 90’s, pero con un agregado más grandilocuente y cinematográfico. Como si Hans Zimmer se juntase a componer con Misha Mansoor. Para ejemplificar lo antes mencionado, podemos citar las canciones “Rey amarillo”, “Contrareloj” y “A través de las cenizas”. Viéndolos en vivo tenemos la sensación de que pueden llegar muy lejos. Tienen groove, virtuosísmo, un cantante versátil. Ojalá puedan llegar a cada vez más gente. Con la reciente incorporación de Alan en bajo y el estreno del tema “Liminal”, seguramente se vienen cositas. Estaremos esperando.
Con puntualidad británica, Tesseract subió al escenario a las 21hs. y desató la tormenta. El bombo pegó tan fuerte que, si no tenías algún lugar para sostenerte, ibas directo al piso. Las cuerdas parecían desprender una onda expansiva simil Chernobyl por la potencia que desprendieron. Y escuchar como Daniel Tompkins pasar de growls poseídos a limpios celestiales es simplemente descomunal.
A lo largo de poco más de 1 hora, la banda inglesa repasó temas de casi toda su discografía desde “Altered states” (escuchar a su vocalista actual versionando “Of mind: Nocturne” es un ejemplo perfecto de como darle tu estilo particular a una canción que no grabaste y simultáneamente rendirle tributo a la pieza original) hasta “War of beings” (escuchar en directo la pieza que titula el disco es una vivencia única).
Uno de los clichés más asociados con los géneros progresivos es que la música es tan compleja que pierde emoción. Los puentes de “King” o las partes más melódicas de “Legion” sirven como ejemplo de que sus canciones no son solo ejercicios para ver cuantos tempos irregulares se pueden meter en un mismo tema y una demostración pedante de virtuosismo instrumental. Todo es al servicio del clima que tiene la obra completa con cada músico teniendo su momento destacado, pero nunca de manera puramente individual. Si un delantero hace un gol fenomenal es porque el resto del equipo lo ayudó a que llegue hasta el arco. Así es como juega este equipo.
Luego de poderosísima versión de “Juno” el quinteto abandonó el escenario para poder respirar un poco, hidratarse y juntar toda la energía posible para lo que se venía. Un bis simplemente epopéyico. “Concealing fate” es el E.P. debut del grupo, editado en el año 2010, el cual consiste de una sola composición de 27 minutos separada en 6 suites. Para finalizar la noche el quinteto oriundo de Milton Keynes decidió interpretar los primeros 2 movimientos – “Deception” y “Acceptance”- pero invirtiendo el orden de sus versiones de estudio para finalizar con el mensaje optimista. Esta fue la segunda presentación de TesseracT en 2 años. Ojalá se les haga costumbre venir seguido.
Por Alejandro Williams
PH: Leticia Villalba
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