Cuando Lorihen dió el show lanzamiento de La magia del caos en diciembre de 2023, el Teatro Vorterix no estuvo lleno. Pese a ello, se hizo notar la variación en el publico. Por un lado, estaba la vieja guardia, los siempre fieles seguidores del grupo. Por otro lado, gente joven que los veía por primera vez. Independientemetne del caudal de gente, me dio pie a pensar que quizas una nueva etapa en Lorihen se estaba gestando. Casi un año después, Emiliano Obregon y cia redoblaron la apuesta y decieron desembarcar en el Teatro Flores para la presentación oficial del disco. ¿Invitados? Bandas como actos de aperturas de la talla de Leon de Praga, Crepar y Rey Toro, músicos durante el set y veteranos de guerra. ¿Convocatoria? Amplia. En aquella oportunidad, Obregon fue contundente «Esta bien que se anuncien shows internacionales y las entradas se agoten en una hora, pero hay escena nacional con bandas que tienen más de 30 años y la pelean todos los días.» Esta vez, la respuesta fue superadora y convalidada en asistencia.
Si hacemos un poco de historia, la banda se forma a mediados de 1996, cuando Obregón comienza a componer el material que integraría mas tarde el primer disco. Primero llego Utopia (2001), luego Antes de tiempo (2002) y finalmente el disco bisagra Paradigma (2003). Cuatro años más tarde llegaría la obra cumple: Bajo la cruz (2007). En esta primera etapa, Lorihen mutodel power metal clásico a un heavy metal neto con tintes al hard rock. El raconto es menester porque este show presentación también fue un recorrido por toda la historia de la banda. El show inició con «Gritos de libertad», del flamante caos y el segundo tema fue «El último eclipse», del paradigma que marco el camino. Luego sería el turno de «Cadenas de la perverción» y «El viaje»
De antesala, se pudo ver entre el publico músicos de la amplia escena metalera. Ruinas y Helker, por nombrar dos ejemplos. Pero arriba del escenario, también hubo músicos de renombre. Quizas, uno de los exitos más destacables de Lorihen sea «El secreto más perverso», del disco Bajo la cruz (2007). Para esta ocasión, Brenda Cuesta (Bloodparade y Canhalet) se sumo para acompañar en voces a Lucas Gerardo y darle una nueva vuelta de tuerca a un clásico. Y más teniendo en cuenta el outfit de monja como la modelo de la portada del album.
Si hay algo intrinsico en el metal argentino es la causa nacional. Esto lease como denuncia social, critica coyuntural de turno, oposición a las dictaduras y, como en este caso, la gesta por Malvinas. En La Magia del Caos se desprende «Frías Islas» en homenaje a los ex combatientes y caídos en la guerra contra Inglaterra. Para esta noche, dos veteranos subieron al escenario vestidos con sus uniformes, con una bandera argentina con las islas en negro en el centro y mientras Obregon soleaba, la emoción era inconmensurable. Entre lagrimas, los músicos saludaron a los heroes patrioticos y la ovación del público duro un minuto.
Indudablemente, la propuesta y profesionalismo de la banda es un marca registrada a través de sonido, pantallas y puesta en escena. Proyecciones en pantalla gigante al fondo del escenario dieron registro de los cambios de estetica de la banda con sus distintas tipografias tras el paso del tiempo. También con visuales por momentos retrofuturista con estetica de neon, ochenta gamer y otras con vídeosclips con «Frías Islas» o imagenes de giras y estudios.
Sobre el cierre, «Libre como el viento» arranco la seguida final y en «Fantasmas del ayer» subió Walter Meza (Horcas), para completar el dúo. Luego entaría a escena Javier Barrozo. De repente, todo cambia. Primeras infancias suben al escenario. El metal es familia y la comunión, la iniciación de los más chicos inicia. Casi ritual con «Utopia» y un meadley que hasta incluyo «Ya no sos igual» de los Dos Minutos. Finalmente, con lluvia de papeles incluida como el año pasado, «Vida Eterna», cerró un show especial, y de los más emocionantes, de casi dos horas.
Por Jonatan Dalinger
PH: Ce Principe
· Volver