EL MANIFIESTO DE SU IDEOLOGÍA. Nepal – Teatro Flores (05/10/2024)
Poco más de un año después de su sorpresivo regreso en septiembre de 2023, Nepal se presenta nuevamente en el clásico Teatro de Flores como único acto del cartel. El motivo esta vez coincide con el aniversario número 40 del nacimiento de la banda, conmemorando el camino iniciado en 1984 en la ciudad de Munro, provincia de Buenos Aires. Con un puñado de demos, splits y la participación en el fundamental compilado «Thrash» (lanzado por Radio Trípoli en 1991), el grupo siempre se ponderó como una de las propuestas más agresivas del movimiento local, manteniendo un estilo propio sin dejar de evolucionar disco a disco. Parte de esta trayectoria la recapitula, a modo de presentación César Fuentes Rodríguez, una voz autorizada como pocas. Desde los demos en cassettes autoproducidos a su primer álbum, de las primeras composiciones primitivas a estructuras complejas y la participación de músicos internacionales de la talla de Hansi Kürsch (Blind Guardian) y el finado André Matos (Angra, Viper), entre otras historias más, fueron mencionadas por el periodista con un emotivo color en su voz. Dejando todo listo para que las canciones hablaran por sí mismas.

A eso de las 21 horas las luces se apagaron para que «Más allá del asfalto» rompiera el silencio, pegada de la genial «Perfil Siniestro», ambas de ese discazo llamado «Manifiesto»(1997), el más homenajeado de la noche. La adrenalina aumentó al son de «Falsos Profetas (A esos)», que hizo las delicias de los más antiguos fans, a la que le siguió «Ideología» y una letra que resuena más que estridentemente con los tiempos que corren en nuestro país, más actual que nunca. En este momento un Teatro reventado de gente enganchada con el show fue testigo del amor de la gente por Nepal, con un Larry Zavala más que agradecido por tanto aguante.

Sin perder el tiempo y con un muy palpable disfrute entre los músicos dijeron presente clásicos como «Realidades», «Devorando al Tiempo» y «Nadaísmo», junto a Joana Gieco en las teclas, una excelente versión. Párrafo aparte para una increíble interpretación de «Raza de Traidores», donde se lució especialmente el bajo de Beto Vazquez, mientras la voz de Zavala se hacía una con las de las huestes metálicas. Tras un correcto solo de batería de la máquina Adrián Espósito, «Crisis Total», «Ciudadano de las Tinieblas» y la orgullosa «La Señal del Metal» se unieron para conformar un bloque enteramente dedicado a los primeros esfuerzos de la banda, entre demos y «Aquellos Bastardos / Rompehuesos» (1988), el seminal split con Dr. Jekyll, de escucha obligatoria. «Ciegos de Poder», la oscuramente potente «Paredes de Hierro», «Represor» (coreadísima) y «Estadio chico» fueron las elegidas para cerrar esta porción del show, con el respetable más que entregado y los músicos en plena sintonía.

Después de un breve pero entretenido solo de Javier Bagala, «Aquellos Bastardos» arremetió con toda violencia dejando todo listo para uno de los momentos más altos del show, «Besando la Tierra», nuevamente con Gieco aportando desde el teclado. Más allá de la excelsa interpretación del tema, cabe destacar lo importante de su letra y la acertada selección de imágenes proyectadas en la pantalla. Cantar «Treintamil almas, en la memoria / Treintamil almas, en el recuerdo» es toda una declaración de principios cuando el negacionismo y los discursos de odio son moneda corriente en nuestro presente. Ni olvido ni perdón.

La emotividad se adueñó del recinto capitalino cuando sonaron los primeros acordes del cover de «Lanzado al Mundo Hoy», recordando a Ricardo Iorio y su aprecio por Larry y sus compañeros. Un sentimiento imborrable para todos los que estuvimos ahí. ¿Y cómo continuar después de tamaño momentazo? Zavala lo dijo y se hizo realidad: «Te Destruiré», coronando con pogo un show perfecto y lleno de emociones. La frutilla del postre fue el bis con la clásica versión de Sepultura, «Dead Embryonic Cells», cerrando definitivamente una noche para el recuerdo.

Mientras la esquina de Rivadavia y Pergamino se poblaba de remeras negras y  cervezas en mano entre amistad y camaradería, las palabras de César Fuentes Rodríguez resonaban: «Este no es el final de la historia, este es otro capítulo más, la historia de Nepal se sigue escribiendo». Nepal es un exponente fundamental para la historia de nuestro movimiento y es importante tener en cuenta que la historia sigue al día de hoy, la banda tiene aún mucho para dar, con su inigualable energía y sus más que necesarias letras, creando una identidad genuina y trascendental. El manifiesto de su ideología es digno de ser atestiguado.

Por Boris Bargas
PH: Leticia Villalba

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