RIFFS PESADOS Y TRANCES ALUCINANTES. Dunna, Monte Palomar y Vinociraptor – Club V (8/11/2024 )

El pasado viernes tocaron en Club V tres grupos que, si bien tienen los power chords y ambientes pesados como hilo conductor, llevaron a las tablas tres sonoridades distintas. Vení. Acompañame. Entremos que ya empieza la primera . . .

Arrancando la jornada estuvieron los muchachos de Dunna. Un trío que estaba haciendo su debut en vivo. Sónicamente combinan las características clásicas del stoner doom con un aire más setentero. Canciones largas que traen a la mente imágenes de un monumental médano que parece no tener final. Atmósferas atrapantes como las entrañas de un gusano de arena. Todo esto intercalado con solos reminiscentes de Ritchie Blackmore y pasajes evocando el esplendor de Black Sabbath. Como referencia, podemos mencionar las canciones “V”, “El bar del infierno” (la cual se podría perfectamente llamar “Blues Sabbath”) o “Shai – hulud”. Lo bueno de recién comenzar un proyecto, es tener todo por delante. Ya se vendrán más recitales. Sus primeras grabaciones. Con Metal Argento estaremos pendientes de las novedades para poder contarles los futuros pasos de un grupo que vale la pena seguir.

Finalizado su show, llegó el turno de Monte Palomar. Sin duda alguna fue uno de los shows que más disfruté en mi vida. A continuación, trataré de explicar el porqué. Agrupación oriunda de Santa Fé, es un colectivo que combina stoner & space rock con elementos de música medio oriental. El resultado es un viaje trascendental que te levita y lleva a un lugar que no está en ningún lado, pero está en todos lados. Los arreglos vocales son como mantras que provocan en la mente una sensación de paz interior. Algunos arreglos de las guitarras parecen cítaras y la percusión te sumerge en un cuento de “las mil y una noches”. Seleccionar solo algunas canciones de su tremendo set parece injusto. Pero, de no hacerlo, esta crónica se volvería aún más extensa. Lo que menos quiero es aburrirte. Así que simplemente voy a mencionar las sublimes versiones de “El mar” y “Cénit”. Gracias, Monte Palomar. Ojalá vuelvan lo antes posible.

Otro grupo que tuvo una noche especial fue Vinociraptor. Teniendo a su baterista de viaje, pudieron contar con el talento de Mauro (Elefante guerrero psíquico ancestral) en la baqueta para poder desarrollar el espectáculo con normalidad. Para quien no conozca, Vinociraptor podría definirse como “si Invisible fuese más pesada”. Fusionando riffs pesados y lentos, con la estructura de las canciones que tenía el legendario tridente SpinettaPomoMachi. Cover de “Suspensión” incluido. Jazz Rock. Solos fantásticos. Vuelos instrumentales. Luis estaría orgulloso.

En el parrafo anterior les contaba que Mauro estuvo a cargo de la batería, pero no fue la única sorpresa de la noche. Para comenzar la segunda mitad de su set subió como invitado Edu – guitarrista de EGPA – transformando la criatura mitológica en un Eleraptor. Ser aún más misterioso que se muestra solo en ocasiones singulares. Para celebrar semejante aparición, se despacharon con una excelente versión de “Metamorfosis”, canción que nació en la banda que integran los invitados estelares de la velada. Más allá de las ya mencionadas, quiero destacar los temas “El ron de ayer” y “Prototipo de humano”.

Tanto en la mesa como el escenario, que nunca falte vino. Noches como la del viernes dan ganas de tener el aparatito de “Men in black” y un Tardis. El primero para borrar de mi memoria lo ocurrido. El segundo para poder volver. Una y otra vez.

Por Alejandro Williams




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