UN FESTEJO Y UNA MÁQUINA QUE MATA FASCISTAS. Noiseground Festival – Groove (22/12/2024)

El pasado 22 de diciembre la productora local Noiseground llevó a cabo el festival que lleva su propio nombre, con motivo de celebrar su decimoquinto aniversario. A lo largo de sus 15 años en la escena porteña, la productora se ha encargado de acercar a gran cantidad de bandas internacionales y nacionales a los escenarios capitalinos. Desde Radio Moscow y Motosierra hasta L7, Napalm Death y Discharge, la lista de artistas se ensancha año a año, exhibiendo variedad y calidad. Mención especial para los festivales South American Sludge, Heavy Noise y Noiseground, a la par del clásico ciclo Club Calavera, entre otros, siempre de la mano del rock ruidoso y potente. Con todo esto en cuenta no resulta para nada raro que los elegidos para cerrar el festejo fueran los brasileños Ratos De Porão, históricos habitués de las tablas argentinas, a los que se suma un buen puñado de grupos nacionales. Con Avernal y Undermine a la cabeza, el cartel se completó con Miserere, Iah, Sangre de Barro y Wicca. Un más que atractivo line-up para semejante celebración.

Alrededor de las 17 horas las puertas de Groove se abrieron para recibir a los primeros asistentes. Mientras la gente tímidamente ingresaba al local palermitano, los doomers Wicca rompieron el silencio. Haciendo gala de un metal arrastrado y denso, deudor de Electric Wizard, la banda calentó el recinto a fuego lento, con sus riffs cargados de mala onda y monotonía. Les siguieron los Sangre de Barro, presentando varios temas de su placa debut autotitulada, editada en 2024. Con una mezcla de metal y post-hardcore, el grupo demostró ser una banda contundente, para tener en cuenta en 2025. Ya con un público un poco más cuantioso, Miserere descargó toda su furia en el público a base de gritos y actitud, haciendo justicia a su primer trabajo, Quiebra Todo (2024), a la altura de la reputación que tienen en la escena hardcore. Como para contrastar, Iah subió al escenario para desplegar su post rock instrumental y denso, creando paisajes sonoros etéreos y profundos, un cambio de frente necesario en el line-up.

Con el recinto casi a la mitad de su capacidad, Undermine agregó la cuota de riffs thrasheros y violas gemelas. A su habitual descarga de metal feroz agregaron dos covers punks de su último larga duración, Crisis Capital (2023). Ambos temas fueron condimentados con las voces de Cristian Rodríguez (Avernal) y Gonzalo Morales (WRRN), en «El Sueño Americano»(Flema) y «Valentín Alsina»(2 Minutos), respectivamente, dos auténticos himnos de nuestra música, más vigentes que nunca. El público estaba más que encendido y era obvio: se venía Avernal. Un Groove bien poblado recibió a la veterana banda con devoto fervor. El violento y certero show incluyó temas de toda su carrera, así pasaron títulos como «La Tormenta Después De La Calma», «Habitante de Cadáveres», «Hilera de Cráneos», «La Densidad» y «Catalepsia», entre otros. La respuesta del respetable no podía ser otra: aprobación y adoración. Entre cráneos derretidos y gritos desgarrados, los músicos de la banda quilmeña se fueron más que ovacionados. Todo estaba listo para el plato principal de la velada.

Apenas unos minutos pasados del horario anunciado, Ratos De Porão irrumpió en el escenario de la mano de la ya clásica «Alerta Antifascista», con João Gordo vociferando vehementemente su postura política, como debe ser. La violencia siguió con temazos como «Aglomeração», «Amazônia Nunca Mais», «Farsa Nacionalista», «Morte Ao Rei» e «Ignorância», siempre con energía y contundencia. A los músicos paulistas se los veía de buen humor, disfrutando el festejo de sus 4 décadas junto a la música pesada, sin dejar de perder su crítica y rabiosa perspectiva ante la realidad. Una buena muestra de esto fue la explosiva versión de «Crucificados Pelo Sistema», directo del disco debut que lleva el mismo nombre, lanzado en 1984. La gente presente se notaba abierta a la propuesta de la banda, cantando cada coro gritado y pogueando como si no hubiera mañana, mezclándose metaleros, jarcors y punks de diversas generaciones, una imagen vale más que mil palabras. El Gordo arengaba y agitaba sin cesar mientras Jão (guitarra) y Juninho (bajo) corrían, saltaban e intercambiaban lugares para meter coros a grito pelado. Así siguieron bombas nucleares como «Descanse Em Paz», «Fei E Burro», «Morrer», «Engrenagem» y el temazo «Realidades De Guerra». Uno de los puntos más memorables del show llegó con «AIDS, Pop, Repressão» y esa bellísima zapada bolichera de ratas de sótano, marcando el comienzo de la última porción del set. Mientras avanzaba el recital, era interesante apreciar el nivel que manejan los brasileños, sin perder agresividad un solo segundo, lo de ellos es un espectáculo digno de ver, donde no faltan las declaraciones de principios pero sin volverlo solemne ni denso, sin perder de vista la diversión y su propia personalidad, después de todo estamos para pasar un buen momento. Todo esto con una performance ajustadísima y una excelente comunicación con el público, fluida y recíproca. «Crianças Sem Futuro» fue otro punto alto de la noche, como si fuera poco, seguido de «Igreja Universal» y «Sofrer», a la vez que los cuerpos volaban de lado a lado y los coros gritados eran moneda corriente. Sin mucho más, los RxDxPx abandonaban el escenario dejando una gran cantidad de fans satisfechos. Entre el alcohol y el sudor, las sonrisas eran visibles y el sentimiento de esperanza en un mundo hostil se reavivó, al menos levemente. Al menos fuimos unos cuantos gritando contra el fascismo, la corrupción y las injusticias (de todo tipo), que no es poco. Vivimos un momento pasándola bien, un festejo en todos los sentidos posibles.

Por Boris Bargas























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