
El sábado 22 de febrero marcó la vuelta oficial de Malón a los escenarios tras los festejos de los 35 años de Hermetica a través de La H no Murio. La última vez que se había visto a la histórica banda ejecutar sus temas en la capital porteña fue en diciembre del 2024, cuando se presentó Iron Maiden en el Movistar Arena. Aunque en ese caso fue un set acotado con temas de Hermética también, en esta ocasión, Malón toco temas de Malón, y el lugar elegido fue Groove. Además, el cuarteto aprovechó para retomar la presentación de Oscuro Plan de Poder, que si bien salió en el 2023, no fue mucho lo que sonó en vivo.
Cada vez que una de las grandes y míticas bandas de nuestro metal pesado se presenta, sea donde sea, el clima que se genera en las inmediaciones del recinto es particular y palpable. La zona de Palermo, en las cercanía a La Rural, empezaba, desde temprano, a mostrarse a tono con lo que ocurriría caída la noche. Todos los estereotipos del metalero promedio se iban haciendo presente (los pelos largos mermaron con el paso del tiempo), los grupos se iban formando unos a otros con distancia de metros, algunos pasando música desde el auto, el teléfono o algún artefacto algo pasado de moda, puestos de merch ubicados en la vereda, vendedores de cerveza fría y fernet y los kioskos de la zona abarrotados de gente.
Si bien no estaba lleno ni agotado, Groove se veía colmado de gente. Tanto en la parte baja de campo, como en el primer piso, que estaba abierto al público. Las luces se tornaron tenues, el telón se abrió dejando el escenario al descubierto y la banda apareció con «Un Cielo Rojo», perteneciente al mas reciente trabajo, con la gente encendida de inmediato y coreando las guitarras. Por cuestiones obvias, y como siempre pasa con los clásicos de antaño, todo exploto a los siguientes dos temas casi sin intervalo, «Grito de Pilagá» y «Bajo el Dominio Danzante». No es novedad decir lo que suena Malón, la producción con la que cuentan y lo que hace cada músico desde su lugar y su rol en la banda. Se vio a un Claudio O´Connor con mucha energía y con gran voz y a un Tano Romano disfrutando cada tema. Por su parte Karlos Cuadrado, siempre de manera sobria y con su bajo perfil, hizo su labor en los bajos y Javier Rubio demostró por vez mil, por qué se encuentra detrás de los parches.
De Oscuro Plan de Poder, también sonaron «Impulsando el Encuentro», «Paraíso de Cristal», «Pacto Pesado», «La Soledad del Miedo», «Ancho Falso» y «El Gran Reinicio». Por su parte, y en bastante menor medida que los otros trabajos, Nuevo Orden Mundial se hizo presente a través de «El Infierno de Ayer», muy festejada y cantada, y «La Matanza». Estos dos trabajos de Malón, muestran a una banda con un sonido propio, replicando aquellos condimentos que funcionan y que prenden rápido en su público y demostrando que a pesar de los años, la banda sigue con la misma energía y magia de siempre.
La noche estuvo, como no podía ser de otra forma, repleta de clásicos, de pogos y de sonrisas tanto arriba como abajo del escenario. Algunas seguidillas demoledores como «Gatillo Fácil», «Culto Siniestro» y «Espíritu Combativo» o «Castigador por Herencia», «Síntoma de la Infección» y «Malón Mestizo» hicieron delirar a todos. Para cerrar, se despacharon con «Hipotecado», sin muchos preámbulos, y acto seguido, mientras los músicos saludaban, sonaba «Highway to Hell» de ACDC.
Malón volvió oficialmente a los escenarios y eso es una gran noticia. Dueños de discos clásicos del metal argentino y dueños también de dos discos relativamente nuevos, frescos, que piden ser tocados y escuchados en vivo. Es que Malón nos convocó a Groove, en la calurosa noche del sábado, para revivir la historia y para celebrar el presente, porque es ahí, con su música, donde el sonido atraviesa el tiempo.
Por Juan Cordiviola
PH: Martes Rubí
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