
Baroness volvió a la Argentina para revalidar su título de locales. Durante una hora y media, la banda repaso canciones ya consideras clásicas en su repertorio y Gina Gleason y Sebastian Thomson fueron los capitanes del viaje.
Con John Baizley a la cabeza, Baroness volvió para escenario de Uniclub con su potencia sin igual. Gina Gleason, Sebastian Thomson y Nick Jost completan la formación. Así este cuarteto repaso una lista excelsa en variantes de todas sus placas.
El regreso de Baroness a la Argentina se dió bajo el marco de la nueva gira latinoamericana de The Cult. En nuestro país, dividieron agua y el cuarteto tuvo la oportunidad de dar su primer show solo en el continente. Solo solo, no. Como acto de apertura estuvo Monje, propuso oscuridad y pesadez. Y guturales. Siendo una banda solida ¿Qué tantos tintes death eran propicios para Baroness? Con oscuraridad y filosófia más una energía visceral, desgarradora de gritos apabullantes entre guitarras gruesas, golpes duros y graves de bajo y batería. Para entonces, buen número de úblico atento al pequeño espacio en el que se tuvo que desenvolver el quinteto. Desde la escalera que va al entre piso, Gina Gleason escucho atenta y arengo como si fuese una fan acerrima de los argentinos.
Eran las ocho de la noche y la vereda de Guardiavieja no oficiaba de cementerio de latas de cerveza, ni presumia una larga fila. Sin embargo, los Baroness merodeaban por ahí, frente a las escalinatas del supermercado Coto y frente al Abasto. Ahí estaban caminando con una pizza y bebidas en mano hablando con sus seguidores antes que comience el concierto. La conexión ya estaba hecha.
La lista de temas fue contundente «Lost world» dio el puntapie inicial de una seguidilla de 15 canciones con bises y sorpresas incluidas. Siempre ferviente, los argentinos cantaron y gritaron y hasta uno tuvo la oportunida de subir a tocar una canción son su banda favorita. Martin Jorge atino a mostrar un cartel que quería tocar el próximo tema. ¿Sabía del orden de la lista o simplemente se la jugo? Gina le dió el espacio, la guitarra y la pua. Segundos después «March to the sea» comenzó a sonar y bastante bien. Gina cantando y saltando entre los ferigreses. El sueño del pibe.
Luego, el set continuo con «Green theme», «If I Have to Wake Up (Would You Stop the Rain?) / Fugue»; «Shock Me» y «Tourniquet». «Chlorine & Wine» sumado a «The Gnashing» dieron por finalizada la primera etapa. Baizley cansado, intepretido y lleno de energia. Hablo como pudo con su publico. Jost desde su humilde metro cuadrado, su guardo lo mejor para el final. Sebastian, con camiseta de Argentina y piluso de River Plate no olvida de donde salió.
Para el bis, «Isak» y el ya himno «Take My Bones Away» terminaron de estallar a un publico que vivió en extasis durante una hora y media aproximadamente. Ahora si, Jost decidió moverse y pegar el salto. Mosh y saludo final.
Por Jonatan Dalinger
PH: Cuervo Deth